Aprovechamos el anuncio y difusión del Seminario Intensivo que ofrecerá el 21 representante de Musô Jikiden Eishin ryû iaijutsu, Sekiguchi Komei, en Madrid, los días 27-28-29 de mayo de este año 2023, asistido por Nakano Sonoko sensei, para ofreceros una entrevista realizada al sôke/jyûkuchô. Dicho documento, sólo había sido publicado con anterioridad en mi tesis doctoral, “Lugares en el metal. Tôsôgu. Monturas de sables japoneses en colecciones españolas», leída en la Universidad Complutense de Madrid el 05/12/2018, obteniendo la calificación de Sobresaliente Cum Laude por unanimidad. Este entrevista estaba enmarcada dentro del apéndice Anexo I, como justificación del trabajo de campo realizado en entrevistas a artistas/creadores de las monturas de sables japoneses, así como a artistas marciales que las utilizan en sus entrenamientos del día a día. Una oportunidad para acercarse de primera mano a la opinión de estos especialistas, siendo en el caso de Sekiguchi Komei sensei, una persona que algunos tendrán en honor de conocer en breve al visitar nuestro país.
¿Quíen es Sekiguchi Komei?
Sekiguchi Takaaki Kōmei [関口高明] es el 21 representante legítimo de la escuela antigua (koryû bujutsu) de desenvaine del sable japonés Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu [無雙直傳英信流居合術], por parte de la familia Yamauchi en la línea de Tokio, reconocido por la Asociación de Escuelas Marciales Tradicionales Japonesas o Nihon Kobudō Kyōkai, con sede en el Nippon Budōkan. Las actividades de su grupo quedan recogidas en las asociaciones que preside, la Kōmei Jyūku, fundada por él mismo en los años 80, tras recibir la sucesión en la escuela y la Nippon Koden Bujutsu Renmei, fundada por su maestro, el 20 representante de Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu Onoe Masamitsu. Si deseáis conocer más detalles de la biografía, tanto de Sekiguchi sensei, como de sus maestros, os recomendamos leer este artículo (pinchar aquí).
Entrevista
En febrero de 2016, durante el seminario anual que imparte el maestro Sekiguchi en el centro Nippon Budôkan Kenshû Center, en el área del campus de la Universidad de Artes Marciales de Katsuura o Katsuura Budō Daigaku (si queréis saber más de esta universidad, pinchad aquí), se nos presentó la oportunidad de realizar esta entrevista, traducida del japonés por Minori Makita (representante para la región francesa de Normandía de la escuela que regenta Sekiguchi Komei) y Aki Nakayama (licenciada en estudios hispánicos en la Tokio University of Foreing Studies).
Marcos Sala: Sekiguchi sensei, muchas gracias por acceder a esta entrevista, ahora si usted lo permite procederé a hacer algunas preguntas.
Mi primera pregunta es sobre su formación entorno al sable japonés, ¿Cuándo fue su primer contacto con él?
Sekiguchi Kōmei: Yo me inicié en las artes marciales con el kendō en el instituto, ese fue mi primer contacto con la vía de la espada japonesa. Sin embargo, en el kendō no se usa una espada real, es un juguete de bambú. También entré en el equipo de judō del instituto. Yo era de complexión muy débil, pero me esforzaba al máximo. Mi padre era un hombre fuerte, un policía, y yo quería ser tan fuerte como él. Cuando empezó mi vida laboral en la empresa Takashimaya, entré a formar parte del equipo de judō de la empresa. Participé en competiciones entre empresas y en campeonatos provinciales, pero para mí esta práctica era simplemente un pasatiempo. Lo que más valoré de esos días de entreno de kendō y judō, no fueron las enseñanzas recibidas, sino las maravillosas personas que conocí, tanto mis maestros, como mis senpai (compañeros senior). Ellos no me enseñaron verdaderas artes marciales, pero si me enseñaron mucho sobre la vida.
A la edad de 20 años me hablaron de un dōjō de iaijutsu. Yo no sabía lo que era, me dijeron que era el arte del desenvaine del sable japonés. Al principio me pareció un poco tonto, que una disciplina se pudiera centrar sólo en eso. Entonces fui al dōjō Meibukan y conocí a mi maestro, Onoe Masamitsu, vigésimo representante de la escuela antigua (koryû bujutsu) Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu. Con sus enseñanzas, aprendí que esta disciplina era un bujutsu auténtico, unas artes marciales que habían practicado los samuráis y que se habían testado en combate. Este fue mi primer contacto real con el sable japonés. Con el maestro Onoe también aprendí otras dos escuelas antiguas que practicaron los samuráis: Tenshin Koryū y Asayama Ichiden ryū. Pero ninguno está centrado en el manejo de la katana, ambas escuelas se centran en el combate cuerpo a cuerpo. En Tenshin Koryū a veces se usan pequeñas armas, pero son puñales o armas ocultas. En Asayama Ichiden ryū a veces se utiliza la katana, el bastón largo o bō o la hoz o kama, pero no son sus especialidades. Al mismo tiempo que empecé a entrenar con Onoe sensei, también empecé a practicar karate del estilo Gōjū, con el maestro Gōgen Yamaguchi. Él también me enseñó mucho sobre el uso del cuerpo en las artes marciales, aunque con él no trabajé nada de katana.
MS: ¿Qué supuso para usted recibir la transmisión de estas tres escuelas?
SK: Mucha gente me pregunta, ¿Qué recibió al ser el sucesor? ¿le dieron dinero, regalos? No recibí nada, tan sólo la responsabilidad de mantener las enseñanzas de mis maestros. Normalmente la sucesión se deja al senior del dōjō, si un maestro se jubila con 80 años, suele designar a una persona de 60 años para sucederle. En mi caso, era uno de los más jóvenes, a los 39 años, Onoe sensei me dio la sucesión de la escuela Musō Jikiden Eishin. Muchos alumnos más antiguos que yo se enfadaron y abandonaron la escuela, otros se pusieron a enseñar sin autorización, reconociendo como último sôke de la escuela a Onoe sensei, pero no a mi, pese a que esa fue de la decisión de Onoe en vida. Sólo cuatro o cinco personas quedaron tras mi nombramiento. Mi difunta esposa, Sekiguchi Ryōko era una de ellas, y también Fujii Katsuko, que hoy en día se ocupa de liderar la escuela cuando yo me encuentro fuera de Japón impartiendo seminarios. Como he dicho, la mayoría de las veces los sucesores de una escuela ya están jubilados, por eso se pueden dedicar plenamente a ella. En mi caso no fue así, tuve que renunciar a mi empleo, lo que me provocó disputas con mi madre y mis hermanas. Los primeros años de la sucesión fueron tiempos de penuria económica y peleas con muchas personas, tanto conocidas como desconocidas. Muchas personas han venido a mi dōjō para acusarme de no ser el verdadero heredero. Hemos tenido juicios, pero al final, la asociación más prestigiosa de las artes marciales tradicionales (Nihon Kobudō Kyōkai) me eligió como representante para Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu.También, el hecho de que el nieto de Onoe sensei, Onoe Masato entrene bajo mi dirección en nuestro honbu dôjô (sede central) de Shinagawa (Tokio), legitima la decisión de mi maestro sobre mi sucesión, reconocida por la familia Onoe al completo.
Pero yo no he vivido una época de guerra, ni me he tenido que jugar la vida con la espada, por lo que puedo estar contento. Antes que yo, veinte personas han mantenido viva esta escuela en tiempos mucho peores que el mío, por lo tanto, lo mejor que puedo hacer yo, es intentar imitarles y hacer todo lo posible por el bien de la escuela.
Onoe sensei también me dejó la décima sucesión de Tenshin Koryū, pero no la acepté, porque no lo veía compatible con todo el trabajo que suponía mantener viva Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu.
Asayama Ichiden ryū la aprendí también de Onoe Masamitsu, pero no llegué a recibir nada de esta escuela.
MS: ¿Podría, en breves palabras, definir la escuela que usted representa?
SK: Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu es una escuela fundada a finales del siglo XVI por Hayashizaki Jinsuke Shigenobu (1540-¿?), en la zona norte de Japón, en Yamagata. Él era miembro del clan Mogami, pero asesinaron a su padre, y tuvo que huir exiliado. Estudió el manejo de la katana como kenjutsu, pero no le pareció suficiente. Realizó varios musha shugyō (peregrinajes del guerrero), y en uno de ellos meditó durante cien días en las montañas de Murayama, allí recibió una revelación divina para crear la primera escuela especializada en el desenvaine del sable japonés. El fundador de nuestra escuela fue uno de los samuráis más afamados de la historia japonesa, el propio Toyotomi Hideyoshi dijo que sólo los dioses podían superar su destreza. De esta escuela surgieron muchas otras. La mayoría de las escuelas de desenvaine de sable japonés que existen hoy en día, provienen de este samurái. Por ejemplo, la segunda generación de la escuela, Tamiya Heibei Narimasa, fundó a su vez la Tamiya ryū iaijutsu, la tercera generación de la escuela, Muraku Nyūdō Kinrosai, fundó la Shin Musō Muraku ryū iaijutsu. Muchos sucesores de la escuela han servido a importantes señores feudales, como los Nagano o los Ii, pero la relación de servidumbre más importante se dio con la familia Yamauchi. La séptima generación de nuestra escuela se llamaba Hasegawa Mondonosuke Eishin no Shigenobu, y creó la segunda serie de kata de nuestra escuela. Él fue un samurái muy importante, tanto que el nombre de nuestra escuela hace referencia a él y no al fundador. Musō Jikiden Eishin ryū significa: Transmisión directa y sin igual del estilo de Eishin. Nació en el feudo de Tosa, en la isla de Shikoku, sirvió en Edo, pero en su retiro volvió a Tosa, donde adiestró a la octava generación: Arai Seitetsu Kiyonobu. A partir de la novena generación, Hayashi Rokudayū Morimasa (1661-1732), la escuela pasó a estar protegida por los señores feudales del clan Yamauchi, siendo la escuela oficial del feudo de Tosa. Desde finales del siglo XVII hasta principios del siglo XX, la escuela no salió de Tosa. La escuela está compuesta de tres series de formas de iaijutsu para practicar en solitario. La decimoséptima generación, Ōe Masaji Shikei (1852-1927) renombró estas series como: seiza no bu o sección estando sentado, tate hiza no bu o sección estado semisentado (con una rodilla elevada), y oku iai o técnicas avanzadas. Esta última serie cuenta con una parte desde semisentado denominada oku iai iwaza y una parte de pie llamada oku iai tachiwaza. También contamos con otras dos series de iaijutsu de pie: bangai de tres formas, y tōryū bangai de cinco formas. Además, la escuela cuenta con dos series de kata para practicar en parejas, esto es algo parecido al kenjutsu, aunque nosotros utilizamos sólo técnicas de iaijutsu. Estas series se denominan: Tachi uchi no kurai nanahon no kata, de siete formas de pie, y tsume iai no kurai, de cinco formas y media en posición semisentada y cinco formas y media estando de pie.
MS: Usted dice que representa a la familia de la línea Yamauchi de la línea de Tokio, ¿existen más familias y líneas en esta escuela?
SK: Sí. La decimoséptima generación de la escuela, Ōe Masaji Shikei, a principios del siglo XX, otorgó cerca de diecisiete licencias de transmisión o kongen no maki. Muchos de ellos eran personas mayores y murieron sin dejar descendencia, pero otros formaron sus propias líneas familiares. Desde la decimoséptima generación, no existe una línea de sucesión unitaria dentro de Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu. Hoy en día creo que sólo quedan dos o tres líneas de aquellas diecisiete originales. El duque Yamauchi Toyotake Hōken (1903-1946) fue una de estas diecisiete personas que recibieron la máxima graduación. Toyotake era nieto del último Sr. feudal de Tosa, Yamauchi Toyoshige Yōdō, que también entrenó nuestra escuela. Por eso a nuestro estilo se le llama tonosama no iai (el iai del Sr. feudal). Toyotake fue a enseñar primero a Kioto y luego a Tokio, desgraciadamente murió muy joven, de tifus, al volver de la guerra en Manchuria. En Kioto tienen su propia línea con sus generaciones. En Tokio le sucedió Kono Kanemitsu como decimonovena generación, luego mi maestro, Onoe Masamitsu, como vigésima generación y finalmente yo como vigesimoprimera.
MS: Puesto que mi tesis trata sobre las piezas de la montura del sable japonés, quería preguntarle si en Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu se ha utilizado históricamente algún tipo de tsuba (guarda) u otra pieza en particular.
SK: No. Musō Jikiden Eishin ryū es una tradición muy antigua, anterior al periodo Edo (1603-1868). Una escuela es imposible que permanezca inalterada siglos sin cambiar. Si quiere seguir siendo efectiva, tiene que cambiar con cada tiempo. Había eras en que se usaban sables más pequeños, otras más largos… El sable del fundador era muy grande, medía un metro de hoja, por eso, las técnicas más antiguas de nuestra escuela se hicieron para sables largos. No sabemos si se mantuvo esa longitud de katana durante el periodo Edo, lo lógico es que se usaran más cortas, especialmente los samuráis que sirvieron en la ciudad de Edo, como fue el caso de la sexta generación, Bannō Danoemon no Jō Nobusada y la séptima, Hasegawa Mondonosuke Eishin no Shigenobu. Durante los años previos a la Restauración Meiji, la vigesimosexta generación, Goto Magobei Masakatsu Seiryō (¿?-1898) empezó a instruir a samurái de Tosa con sables de grandes dimensiones. Las hojas eran más anchas de lo habitual y medían entre 80 cm y 91 cm. La decimoséptima generación, Ōe Masaji Shikei, también participó en las guerras Bōshin. Él fue la persona que, en la era Meiji reformó la escuela para adaptarla a los nuevos tiempos de paz. Una de las medidas que impuso fue el uso para entreno de sables entre los 70 cm y 75 cm de largo. Sin embargo, uno de sus discípulos Yamauchi Toyotake Hōken, se sirvió de su poder político como duque de Kōchi para seguir utilizando sables de gran tamaño. Por esto sólo nuestra línea ha mantenido este uso.
En cuanto a las monturas de los sables o koshirae, en cada época se seguían las modas. En Tosa eran muy comunes las tsuba con mucho sukashi (vaciado) con formas maru (circulares) o nademaru (ovaladas) y con maru o kaku mimi (bordes redondeados o cuadrangulares) liso, sin koniku (sin relieve). Pero cuando un samurái tenía que ir a Edo, debido a la estancia alterna obligada o sankin kōtai, las cambiaba por kenjō tsuba o guardas protocolarias. Estas guardas eran simples, en hierro o shakudō (aleación de oro y cobre) y podían tener alguna decoración en oro mediante zōgan (damasquinado). La vaina o saya también tenía que ser negra, mediante laca urushi, y con la simple decoración del blasón familiar, que podía ir en makie (oro y laca). El encordado de la empuñadura o tsukamaki solía ser de tipo hineri, en tonos oscuros, negro, azul o de un morado oscuro. En cuanto a la hoja, la línea de temple o hamon de tipo recto o suguha, y solía ser muy apreciado. Sin embargo, todo esto es muy relativo. Un samurái de Edo se guiaba conforme a las modas, y un practicante de Meiji en adelante tenía que mirar por su bolsillo a la hora de entrenar. Sabemos que nuestra vigesimoctava generación, el duque Yamauchi Toyotake Hōken, cambiaba el tsukamaki cada mes.
MS: ¿Qué importancia tienen las tsuba o el tōsōgu (monturas de los sables) en Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu?
SK: Si te refieres a estéticamente, más allá de lo que te acabo de decir, no tiene ninguna importancia. Pero en Eishin ryū si usamos mucho la tsuba y el kashira (pomo). En la serie tachi uchi no kurai nanahon no kata, la forma número cinco, Tsuba dōme, se basa en un bloqueo con la tsuba. Dos personas realizan un corte vertical descendente o kirioroshi, pero ninguno puede desarrollar su corte porque sus sables quedan bloqueados mutuamente. En el quinto kata de la serie tate hiza no bu, Oroshi; en el sexto kata de la serie oku iai tachiwaza, Yukichigai y en el octavo kata de la serie tsume iai no kurai, Ganseki otoshi, utilizamos el kashira para golpear en la cara al adversario. Además, existen variaciones de las formas básicas, en las que utilizamos la saya y el sageo (cordón de la vaina). Por todo esto, es importante contar con buenas piezas en la montura de nuestro sable.
MS: ¿Hay alguna escuela, o tsubakō (artista de guardas) que le guste en particular?
SK: La escuela Gotō es posiblemente la más famosa. Sin embargo, a mi no me gusta una tsuba de aleación blanda y con demasiados dorados y plateados, prefiero algo robusto y sencillo como las Akasaka tsuba, que recogen perfectamente el espíritu del bushi de Edo. Pero ahora estoy hablando para admirar. Para practicar una tsuba con mucho sukashi como las de Tosa o las Akasaka puede ser muy incómoda. Prefiero algo lo más liso posible, y con pocas perforaciones. Las tōshō tsuba (guardas hechas por forjadores de katana) son muy bellas porque son austeras, y además son muy cómodas para entrenar.
MS: ¿Del resto de piezas de la montura tiene algún tipo de preferencia?
SK: Creo que tenemos que distinguir entre un sable para admirar y un sable para entrenar. A veces mis discípulos me preguntan si yo hago meditación zen. Les contesto que no. La meditación que yo hago es contemplar mi nihontō (sable japonés), desmontarlo y limpiar con esmero pieza a pieza. Esa es mi meditación. Para entrenar es otra cosa, a veces no importan tus gustos estéticos, tienes que pensar en la practicidad. Por ejemplo, el tsukamaki (encordado) debe ser bien grueso, la saya (vaina) no puede tener kaerizuno (pieza que servía para segurar la vaina al cinturón e impedir que se moviese) y los menuki (piezas decorativas en la empuñadura) deben ser pequeños y no sobresalir por entre la empuñadura. Para entrenar tampoco es necesario que las hojas de los sables tengan un pulido exquisito. Yo en ocasiones trabajo con hojas a medio pulir porque son más baratas.
MS: ¿Considera que el estudio de las tsuba o el tōsōgu puede ser algo importante para un artista marcial?
SK: Al igual que un carpintero debe conocer sus herramientas, un esgrimista debe conocer su arma. Es importante conocerla para saberla usar, y también debe saber mantenerla, desmontarla y limpiarla.
MS: ¿Qué le parece que se empiece a estudiar las tsuba y el tōsōgu en España?
SK: Estoy muy contento que mi alumno, Marcos Sala, a quien he aceptado como miembro de mi escuela, y a quien he adoptado como hijo, cediéndole mi apellido y bautizándole con el nombre de Sekiguchi Kenryū, y que dirige la sede de mi escuela en España, empiece a estudiar el sable japonés. Un samurái debía estudiar las artes de la guerra, pero también la cultura, la literatura, el arte y la estrategia, es lo que se denominaba bunbu ryōdō. Estoy contento de que usted haya entendido esto.
MS: Sekiguchi sensei, muchas gracias por haber accedido a esta entrevista, así como por sus respuestas sinceras.
SK: Para realizar un contraataque sincero, es necesario hacer una pregunta sincera. Muchas gracias por estas preguntas hechas desde el corazón.
Curso de Sekiguchi Komei Jyukuchō en Madrid, 21 representante de Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu, asistido por Nakano Sonoko sensei, los días 27-28-29 de mayo de 2023.
Esta será la IX vez que traigamos a Sekiguchi sensei a España a impartir un seminario de su escuela, siendo las anteriores: 2011 (Madrid), 2012 (Madrid), 2013 (Benissa), 2014 (Benissa), 2015 (Madrid), 2016 (Benissa), 2017 (Benissa), 2020 (Madrid). Es realmente raro que un sōke o un menkyō kaiden de un koryū bujutsu venga a dar un seminario abierto, y en el caso de España, esto se puede contar con los dedos de la mano. Motivo de más para no dejar pasar esta oportunidad. Además, estamos de enhorabuena, ya que, pese a sus 77 años, Sekiguchi sensei goza de una estupenda salud y puede realizar tanto las formas de suelo como de pie, sin embargo, nunca sabemos cual será la última vez que abandone Japón para realizar un vuelo tan largo, especialmente ahora que con la guerra de Ucrania, los trayectos han aumentado el número de horas de vuelo.
El seminario está abierto a todos los interesados, tengan experiencia marcial previa o no, aunque se aconseja encarecidamente haber tomado alguna clase de esta escuela en particular (Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu).
A continuación, figuran los datos relativos al lugar y horarios del seminario:
Horarios del curso:
Sábado 27 Mayo 8-19:30-20h Parada para comer aproximadamente de 11:30-14h.
Domingo 28 de Mayo 8-19:30/20h Parada para comer aproximadamente de 12-14h.
Lunes 29 de Mayo 8-18h Parada para comer aproximadamente de 12-14h.
Lugar:
Sala de Armas Carranza. C/ Virgen del Lluc 74. Madrid. Metro Pueblo.nuevo.
El uso de iaito/katana es opcional, pero el bokken/bokutō es obligatorio, ya que practicaremos mucho kenjutsu en el seminario.
Información y reserva de plaza: salaivars@hotmail.com
Autor: Marcos Sala [Cooljapan.es]
Imagenes: Marcos Sala, wikimedia cc. y MET cc. de Nueva York.