cooljapan.es Lo que mola de Japón
Neon Genesis Evangelion, uno de los animes más ecoicos de la historia, cumple hoy su vigésimo aniversario. Como ha venido sucediendo a lo largo del año en otros países, los japoneses celebrarán la efeméride mediante varios eventos temáticos, siendo el más llamativo la proyección del primer episodio en algunas pantallas exteriores de las calles más transitadas del país. Las aventuras de nuestro afectado Shinji Ikari podrán disfrutarse a partir de las 18:30, justo el horario de estreno del primer episodio en TV Tokio dos décadas atrás.
Aquí la lista de lugares donde se emite el capítulo:
- Tonbori Station S/N de Dotonbori, Osaka
- Sakae Intervision de Nagoya
- Street Vision Screen de Fukuoka
- Mega Vision 4 Pura de Sapporo
- ALTA Vision Screen de Shibuya
- P´Parco TV-chan Vision Screen de Ikebukuro
- Street Vision Screen de Ikebukuro
- Street Vision Screen de Akihabara
Con la perspectiva del tiempo, se puede decir abiertamente de la serie dirigida por Hideaki Anno (Nadia, el misterio de la piedra azul, 1990) que sublimó el género mecha, hasta aquel momento siempre exitoso pero también carente de complejidad narrativa alguna. Precisamente, el cambio radical dado en este sentido es el principal caballo de batalla usado por los detractores, pues la gran carga psicológica, así como la enorme cantidad de referencias al judeocristianismo, hicieron de Evangelion una animación codificada en exceso para un gran sector del público.
Personalmente me hallo en las antípodas de esa línea de opinión. A la mínima que alguien haga el esfuerzo de indagar en la producción de Gainax, la valorará como un elemento artístico esencial para comprender muchas de las claves del Japón contemporáneo. Así, y de forma más o menos soterrada, se aprecia el complejo desarrollado por los nipones hacia lo occidental, la desintegración de valores nacionales y, sobre todo, el miedo al holocausto nuclear o a las consecuencias de la tecnificación exacerbada.
Por ello y otras circunstancias, ojalá este aniversario sea una excusa para que las nuevas generaciones de aficionados al manganime, tal vez poco acostumbradas a este perfil de entretenimiento, lo empiecen a cultivar poco a poco.
