Son las doce de la noche y estás en Japón, ya sea de turismo o por trabajo o por estudios. Tienes un hambre horrible, te has dado cuenta que se ha acabado tu dentífrico y que tu boli no tiene tinta, ojalá existiera un lugar donde pudieras encontrar todo a esta hora. Un momento, ¡estás en Japón! Claro que existe, se llama konbini.
Las konbiniensu sutoa o konbini, que es como tienes que decirlo si no quieres parece muy raro, son tiendas que están abiertas las 24 horas. En ellas puedes encontrar gran variedad de artículos y casi todas tienen las mismas características. Es verdad que este tipo de tiendas existen en otros países, pero ninguna es tan cool como los konbini.
Aparición de los konbini en Japón
Las tiendas de conveniencia, o 24 horas, comenzaron a surgir en Estados Unidos en los años 20. Progresivamente fueron diseminándose por todo el país y empezaron a aparecer en otras regiones. Pero no surgirán en Japón hasta la década de los 70.
Si bien su aparición fue tardía, su crecimiento desde entonces ha sido exponencial. Mientras que en 1974 había unos 1.000 konbini, en la actualidad la cifra llega casi a 50.000. Casi 2.000 habitantes por cada konbini. Con esta oferta está claro que si uno no encuentra lo que quiere es porque no lo ha buscado.
Características de los konbini
Hay bastante competencia entre las distintas cadenas de konbini. Las tres con mayor número de tiendas son 7-Eleven, Lawson y FamilyMart. Como he dicho todas tienen unas características y unos productos muy similares, aunque con sutiles diferencias.
Todos los konbini están supeditados a una característica común, el espacio. Son tiendas bastante pequeñas, aunque es cierto que según nos alejamos del centro de la ciudad el tamaño de estas es algo más grande. Al ser reducido el tamaño de los konbini los productos se eligen muy cuidadosamente y dependen del lugar en el que se encuentre la tienda y de las características de la población a la que atiende. Es por esta razón que aún entre konbini de una misma cadena se pueden encontrar productos diferentes. Al no tener lugar de almacenaje la reposición se hace entre dos y cinco veces al día. Todo esto hace que el precio de los productos suba algo con respecto al mismo género comprado en supermercados mucho más grandes.

Paseo guiado por un konbini
Todos los konbini tienen una estructura muy similar, ya sean de una cadena u otra. Según avanzamos en la tienda los productos salen a nuestro encuentro.
- A la entrada suele estar ubicado un cajero automático, donde generalmente si tienes tarjetas no emitidas en Japón no podrás sacar dinero. Este cajero a parte de proveer dinero también hace las veces de máquina fotocopiadora o incluso de máquina de revelado de fotos. Es una especie de todo-en-uno tecnológico. Muy cerca del cajero multiusos se encuentra la sección de revistas, manga y periódicos. Allí se congrega la gente a ojear todo aquella publicación que no esté sellada.
- En los estantes del principio podemos encontrar todo tipo de artículos de papelería, así como pilas, accesorios para el móvil y para la casa. También se encuentran los cosméticos y las cremas para el cuerpo.
- En el medio suelen estar los snacks, las patatas fritas, las tabletas de chocolate (delicioso chocolate Meiji), así como comida enlatada o fideos instantáneos.
- En las estanterías del final nos encontramos con más dulces y con artículos de panadería y de bollería. Que aunque no es que haya demasiada variedad uno nunca sabe qué escoger pues todo tiene muy buena pinta. También suele haber una selección de postres fríos, como gelatinas y mochi. Y una pequeña estantería con un increíble surtido de bebidas (minis) que tienen vitaminas, colágeno, minerales, ginseng y otros químicos.
- Al fondo del konbini están las bebidas frías, una gran variedad de zumos, de bebidas isotónicas y de refrescos hacen que nos quedemos hipnotizados pensando qué elegir. Justo al lado, generalmente el izquierdo, no me preguntéis por qué, suelen encontrarse las bebidas alcohólicas. Y en el otro lado la comida fresca, onigiri, sandwiches, obento y muchas delicias más.
- Finalmente, al lado de la caja está la zona donde podemos «pescar» el oden. Y si queremos karaage o nikuman solo se lo tendremos que pedir al encargado de la caja. Por supuesto que nos calienten algo, o que nos añadan agua caliente a los fideos instantáneos que acabamos de comprar, es posible. Por cierto, siempre te darán palillos para comer y una servilleta, junto con una sonrisa, todo un detalle.

Como os he dicho antes la variedad cambia de un konbini a otro y de una estación a otra. Así en invierno nos podremos encontrar las latas de café y té bien calentitas. Lo cual se agradece mucho, no solo por tomar algo caliente, sino por poder calentarse las manos a la salida del konbini.
Os animo a que entréis en ellos, en cuantos más mejor, así podréis descubrir cuáles son vuestros productos favoritos. Os confesaré el mío, los onigiri del 7-Eleven, especialmente el de mentaiko. ¡Pero corred! en las horas punta se acaban pronto y parece que hubiera pasado un tifón por el konbini.
Fuentes:
- Texto consultado de: Japan-guide | Texto creado por: Miguel Serrano [CoolJapan.es]
- Imágenes extraídas de: TheMole, Japonismo, BonAppetit