En la década de los ochenta salió publicada la «gramática» escrita por Tadayoshi Ishihara. Esta obra fue de gran importancia para los pocos estudiantes de japonés de aquella época. Sobre todo porque, al menos en España, no existía material didáctico en castellano. Además, tiene un valor lingüístico destacado ya que utiliza una terminología extraída de filología. Tal y como afirma el propio Ishihara el japonés debe ser analizado desde varias perspectivas teóricas. Estas teorías se basan en la gramática normativa o en las nuevas teorías lingüísticas. Estas corrientes pueden ser las estructuralistas o las generativistas (1985:13). Por lo tanto, esta obra es el germen de las numerosas gramáticas y libros editados en castellano a posteriori.
Tadayoshi Ishihara, una breve pincelada
Actualmente, Tadayoshi Ishihara (1953) es profesor de español y de lenguas semíticas en la Universidad de Soka. Además, es colaborador del Instituto Cervantes en Japón. Precisamente, escribió este libro cuando aún era estudiante de Filología Semítica en España. Además, estaba escribiendo esta gramática basada en una visión coherente entre la normativa y las nuevas tendencias estructuralistas y generativistas. Como hispanista da clases sobre lengua y cultura española. Eso sin contar con las clases que ofrece sobre la lengua árabe y bereber.
El japonés y su vinculación con las lenguas altaicas
Primero de todo, Ishihara introduce el japonés dentro de una de las familias lingüísticas de Asia. Esta familia es la de las lenguas altaicas, cómo el turco o el mongol. Aunque después de treinta años, nuevas teorías relacionan el japonés con el protocoreano y algunas lenguas del pacífico. Pero, ¿en qué se basó Ishihara para su afirmación? Para obtener la respuesta tenemos que observar los siguientes puntos en los que se basa el autor para su afirmación. Son una serie de puntos que tienen en común todas las lenguas altaicas y el japonés:
- Carecen de género y número.
- Carecen de artículo.
- La declinación se forma por inflexión externa.
- Existen posposiciones.
- Los adjetivos van delante del sustantivo.
- No existen pronombres relativos.
- Los complementos se anteponen al verbo.
No obstante, también hace referencia a los puntos que presenta el japonés como lengua única:
- Alofonía entre la /r/ y la /l/.
- Todas las palabras acaban en vocal a excepción de la /n/.
- Ninguna palabra lleva dos consonantes distintas seguidas.
Estructura formal de la «Gramática moderna de la lengua japonesa»

La obra de Ishihara se desarrolla aproximadamente en unas 150 páginas. Es un libro de Gramática que sigue la tradición de las gramáticas que escribieron entre los siglos XV y XVIII. Su modelo es el que marcó Antonio de Nebrija en 1492 cuando publicó su primera gramática del castellano. El corpus principal del libro está dividido en cuatro capítulos que abarcan diferentes aspectos formales de la lengua:
- Ortografía y fonética (15-27)
- Morfología (31-71)
- Sintaxis (73 – 143)
- Ejercicios (139-145)
En general, es un magnífico libro introductorio a la gramática japonesa. Si acabas de empezar a estudiar japonés quizás encontrarás una terminología demasiado precisa. Eso sí, sus explicaciones son breves y concisas. Pero, este libro ha ido perdiendo frescura y utilidad con el paso de los años. Por otro lado, también ha hecho mella en varios aspectos formales, como el formato y la romanización del japonés. El autor se decanta por no utilizar el sistema de escritura del japonés. Además, el enfoque actual de la enseñanza del japonés es muy diferente al de hace tres décadas.
Además, vemos que el paso del tiempo se ha dejado notar en el formato y en la escritura del mismo. La propia tipografía del texto como el uso continuado de la romanización del japonés sería impensable en la actualidad. Por eso, no estaría mal que el profesor Ishihara realizara una revisión de su obra para actualizarla.
Ortografía y fonética (15-27)
La primera secció trata sobre la parte más básica del japonés: la fonética y ortografía. Esta es la base para empezar a estudiar esta lengua. No obstante, es importante conocer el sistema de estructura silábica y los signos de puntuación que se utilizan. También es importante destacar toda la terminología utilizada que puede parecer extraña en la actualidad. A nivel fonético, el vocabulario japonés se ha romanizado y adaptado al sistema fonético del castellano. Esta adaptación la podemos observar con la palabra «kanji» que utilizamos en la actualidad. Ishihara optó por transcribirla como «kanyi» para adecuar su lectura fonética a nuestra lengua. Otro aspecto es el uso de la palabra «alfabeto» en vez del «silabario» para hablar del hiragana y del katakana.
Morfología

En este apartado se centra en las partes de la oración y cómo se forma a partir de la morfología. A este nivel se divide la oración en sustantivos, pronombres, adjetivos, adverbios, verbos y partículas. También observaremos que los pronombres, adverbios y sustantivos son la parte no flexible de lengua. Mientras que los adjetivos y los verbos son los más flexibles porque se conjungan. Además, la conjugación en japonés es mucho más sencilla que en las lenguas románicas.
Otra cuestión es ver como pequeños morfemas como (-na) puede convertir un sustantivo en adjetivo. Estos cambios de categoría se producen al transformar un adjetivo en adverbio, dependiendo si son adjetivos -i o adjetivos -na. Además, todo el marcaje sintáctico se basa en partículas posposicionales. Estas equivalen a nuestras preposiciones e indican la función de los sustantivos dentro de la oración. Por lo tanto, el centro de la sintaxis se vertebra en el correcto uso de dichas partículas.
Esta gramática también hace referencia al verbo y a su naturaleza más flexible. El verbo, como tal, nos informa sobre la acción que está realizando el sujeto. Pero, sobre todo, nos indica en qué momento se ha realizado, se está realizando o se realizará la acción. Así que el paradigma verbal será muy importante en este apartado ya que conoceremos la conjugación verbal japonesa. Además, también conoceremos cómo se construye el gerundio y el participio en japonés. Estas formas impersonales se forman a partir de la forma «-te» de los verbos como auxiliares.
Sintaxis

Esta es la parte más importante de la Gramática de Ishihara. Este capítulo explica las relaciones de las palabras desde la posición que ocupan dentro de la oración. Por lo tanto, conoceremos el orden lógico de la construcción de las oraciones. De esta manera, se aprenderemos el orden lógico del discurso y su estructura para poder comunicarnos.
Aunque este apartado se denomine «sintaxis» no entra de lleno en el análisis sintáctico de las oraciones. Se trata básicamente de una sintaxis descriptiva que tiende a explicar el uso pragmático. Tampoco llega a profundizar en en un análisis más profundo de las estructuras gramaticales que se muestran como ejemplos. Además, esta gramática también cuenta con un apartado exclusivo de ejercicios para poner en práctica todos los conocimientos aprendidos. Finalmente encontramos al final del libro un anexo que recoge todo el vocabulario japonés romanizado que aparece en esta obra.
En cuanto a la extensión, se hace pequeña para ser una gramática que está entre lo descriptivo y lo pragmático. El formato es el adecuado por el tipo de obra que es. Pero, ya se empieza a observar que está algo obsoleto. La calidad del texto es excelente. Por lo tanto, es una buena fuente académica para realizar estudios sobre el japonés con material en castellano. A pesar de los años transcurridos desde su primera publicación, el precio es totalmente asequible. Es un libro cuyo precio ronda los 18 euros. Sin duda, la Gramática de Ishihara es una gran obra de consulta y referencia para todos aquellos estudiosos del japonés.
FUENTES:
- Texto escrito por Sergio Paterna [CoolJapan.es]
- Imagen destacada extraida de Shoka University
- Imágenes extraídas de «Gramática moderna de la lengua japonesa» (1985). Edelsa. Madrid.