Si no habéis visitado una casa japonesa, ¿cómo imagináis el interior de los hogares japoneses en vuestra mente? Quizá algunos de vosotros esperéis una casa casi vacía, tipo zen. Sin embargo, lo siento si destruyo vuestras ilusiones y os muestro la cruda realidad: muchas de las casas de mis compatriotas están llenas de objetos, trastos y quizá tesoros también.
Dado que tenemos la costumbre de estar descalzos en el hogar, solemos dejar las cosas en el suelo. Algunos de nosotros somos capaces hasta de llenar el suelo con papeles, libros, ropa, etc. de modo desordenado.
En el idioma japonés se puede expresar esa situación como chirakashi hōdai (散らかし放題, lit. «dejar un lugar desordenado»), chirakashippanashi (散らかしっぱなし, lit. «dejar un lugar desordenado») y ashi no fumiba mo nai (足の踏み場もない, lit. «no queda ningún lugar para pisar»). No es que sean amantes del horror vacui, sino que simplemente no saben organizar su entorno.
En otra ocasión hablé en CoolJapan.es sobre mottainai, un concepto japonés muy eco que trata de cuidar las cosas. Hay japoneses que no saben organizarse que le echan la culpa a ese concepto. Es decir, según ellos no pueden desprenderse de sus objetos porque sienten lástima. Vivimos en una época de consumismo y de exceso de información. Sin conocer bien sus necesidades y gustos, algunos continuan comprando cosas porque han oído que son buenas, han tenido un capricho impulsivo o simplemente porque eran baratas, y sus casas se terminan llenando en poco tiempo.
El culpable no es el concepto de mottainai. Si uno comprende el sentido verdadero de ese concepto no puede convertir su hogar en una especie de trastero. Ahora bien, en los últimos tiempos han aparecido unos profesionales de la organización como salvadores de aquellas personas sin sentido para organizar su espacio, así como algunos libros sobre arreglar la casa, los cuales se han convertido en superventas.
Hoy vamos a ver los métodos de dos gurús que llevan triunfando no solo en Japón sino también en otros países.
El método «tokimeki» de Marie Kondō

La estrella de poner orden es una consultora de organización que se llama Konmari-san (abreviatura de su nombre en el orden japonés KONdō MARIe), que ha vendido cuatro millones de copias de sus libros.
En 2015, la revista Time la seleccionó como una de las 100 personas más influyentes del mundo. Aparece en la tele de Japón, donde se puede ver cómo Konmari organiza la casa. La editorial Aguilar ha editado algunas de sus publicaciones, a saber: La magia del orden, que ha vendido más de 2.000.000 de ejemplares en Japón y más de 300.000 copias en Estados Unidos; y La felicidad después del orden, una guía ilustrada para organizar la casa.
Su manera de poner orden es bastante espiritual, tiene un toque animista. Antes de comenzar el arreglo, saluda a la casa con los ojos cerrados. Hay gente que ordena un espacio tras otro, pero la maestra recomienda ir por objetos. Además, ya tiene un orden establecido:
- Ropa
- Libros
- Documentos
- Objetos pequeños
- Objetos de recuerdos
El motivo por el cual tiene ese orden tiene mucho que ver con «tokimeki» es que nos hace acelerar el latido del corazón por la alegría y la felicidad. Según Konmari, si procedemos a ordenar casa por ese orden, se agudiza el sentido de «tokimeki». En la traducción al inglés, «tokimeki» se convirtió en «spark joy». En el libro en español no lo traducen en una palabra, viene como «hacer feliz». Entonces, ¿cómo sabemos si notamos ese sentido de «tokimeki»?
Cuando comencemos a arreglar la ropa, juntamos todas las prendas en un sitio para poder tener nuestras posesiones a la vista. Luego, cogemos una prenda y si nos sentimos «tokimeki» (es decir, si esa ropa nos hace brillar o sentirnos felices), nos la quedamos, y si no, agradecemos a esa prenda diciendo «gracias» en voz alta y la ponemos en un saco con la intención de desprendernos de ella. A continuación de la ropa pasamos a los libros. De esa manera se pueden disminuir los objetos y facilitarnos el acto de guardarlos.
Vi algunos trabajos de Konmari visitando casas ajenas para ayudar a organizarlas. Durante el proceso, algunas personas se dieron cuenta de haber vivido sin tratar bien objetos suyos y se pusieron a llorar de arrepentimiento. La idea de esta gurú es vivir junto a los objetos seleccionados y favoritos de cada uno. Quizá necesitemos tener menos cosas, pero que nos den vida.
El método «danshari» de Hideko Yamashita

Otro método popular se llama «danshari», un invento de Hideko Yamashita. Le inspiró una práctica de yoga de tres elementos:
- Dan (断) de dangyō (断行): Rechazar tener las cosas prescindibles.
- Sha (捨) de shagyō (捨行): Desprenderse de los objetos innecesarios que están en casa.
- Ri (離) de rigyō (離行): Alejarse del apego a los objetos.
La finalidad del danshari es la liberación de uno mismo. A través de rechazar las cosas innecesarias, nos alejamos del apego a los objetos, liberándonos de las cargas creadas por uno mismo y, en consecuencia, obteniendo una vida cómoda y libre. Su idea entra en contraposición con el concepto de «mottainai», el concepto tradicional de sentir lástima y simpatía. Si uno siente «mottainai» hacia un objeto viejo o un poco roto, quiere usarlo porque aunque su condición no esté perfecta, aquel todavía puede dar utilidad.
Por otro lado, el método de danshari está enfocado en el individuo. Es una pregunta constante sobre la relación entre el «yo» y los objetos: que solo queden los objetos apropiados para «mí».
El eje temporal del danshari es siempre el ahora. A la hora de elegir objetos innecesarios, quizá hayáis experimentado dudas de que aunque en ese momento no os sirviera, os quedásteis pensando si en un futuro sí que lo haría. Algunas personas no pueden desprenderse de prendas que ya no son de su talla actual porque creen que algún día su talla corporal puede volver a cambiar. Olvídate de eso si sigues el método danshari.
No obstante, la esencia del danshari no es la idea de tirar cosas, sino que algo más importante que tirar es el no comprar o recibir cosas prescindibles. Es más, antes que tirar cosas, intentar buscar a gente que las necesite. Desde luego, no es una idea que pretenda desperdiciar objetos. Dicen que la eficacia de danshari no termina con obtener la casa organizada sino que busca mejorar calidad de vida tras conseguir más espacio, sin malgastar energía ni tiempo. Esa maestra no identifica su idea con el minimalismo.
¿Qué método os gusta más: el de Konmari con la inspiración o el de danshari con una práctica de yoga? A parte de estas dos consultoras del orden, hay más gente que ha propuesto su propio método. Personalmente, no voy a seguir al pie de la letra a ninguna de esas maestras. Sin embargo, he podido captar esencia de sus métodos y me gustaría llevar a cabo algunas ideas.
Considero que lo importante es tener equilibrio y no caer en la obsesión. Estos dos métodos y el concepto de mottainai son buenos. Sin embargo, si uno practica mottainai obsesivamente, acumulará trastos sin límite y si uno está obsesionado con el danshari, los tiraría casi todos.
El hogar debe ser el reflejo del estilo de vida de cada uno. Pero si uno lleva una vida ajetreada, posiblemente tienda a descuidar su casa. Probablemente, una casa ordenada nos hace tener una manera de pensar más ordenada. Quizá poner orden nos enseñe a buscar la armonía entre nosotros mismos y nuestro entorno más cercano: nuestro hogar.
Fuentes:
- Textos consultados de: Marie Kondo Oficial Site, Hideko Yamashita Oficial Site | Texto creado por Lisa Kobayashi [CoolJapan.es]
- Imágenes extraídas de: muji.com, amusingnews, Youtube, Yokattara Yondemite