Japón es un mundo aparte en cuanto a la forma de vivir el mundo del anime. Muchos visitamos Akihabara para conocer ese mundillo y en esta entrada de opinión os voy a hablar de mi experiencia en este lugar.
Desde el periodo Edo, Akihabara ha sido un importante distrito comercial. A finales del siglo XIX podíamos encontrar un mercado de armas de baja calidad, cosa que contrasta notablemente con la Akihabara de mediados del siglo XX, cuando empezó a crecer la industria electrónica. Ahora Akiba es uno de los mercados más importantes del mundo del merchandising de anime, videojuegos y productos Idol.
Aunque hubo un cambio en la actividad comercial, lo descrito me hace pensar que desde hace más de cien años, Akihabara es un mercado para el público exterior y un escaparate de ventas para los otakus de lo japonés.
Aún recuerdo en mi cabeza las palabras que me dijo un amigo antes de llegar al distrito comercial, paseando por la salida de tren de Electric Town: “nunca compres en la primera tienda que visites y solo lleva aquello que puedas cargar tú solo”. Estas palabras aún resuenan en mi cabeza y se las digo a todos los que visitan Japón, aunque os pueda parecer una tonta consigna pueden resultaros muy útiles.
Al salir a la abarrotada calle a través de la marea humana que pasa por la estación de tren, nos podemos encontrar un grupo de Maids, jóvenes vestidas de doncellas, que ofrecen publicidad para ir a sus cafés. Pocas veces os darán publicidad del mismo al ser extranjeros y mucho menos se dejarán tomar una foto con vosotros, ya que eso está dispuesto para el trabajo dentro de la cafetería.
Al pasar este pintoresco grupo, nos encontraremos con el centro comercial de electrónica más grande de todo el mundo, el Yodobashi Camera (del cual hablé en esta entrada anterior), pero no será eso lo que nos llame la atención de la zona, sino más bien será la óptica que está al lado contrario. ¿Por qué? Él por qué se debe al dependiente de la misma que atrae al público a ritmo de rap además, si tienes gafas te las puede limpiar por ultrasonidos. Cuando visitemos Japón, nos daremos cuenta que este tipo de prácticas son comunes y muy efectivas.
Ya dentro del distrito comercial me di cuenta de que Akihabara es una trampa mortal para los españoles que estamos acostumbrados a que la zona comercial solo corresponda a las plantas bajas.
A diferencia de España, podemos encontrar tiendas en cualquier altura de un edificio, sin que este sea un centro comercial y esto es muy importante, ya que muchas veces estamos engañados por las luces de neón y el bullicio de las calles pero no nos damos cuenta que eso no es nada más que la punta del iceberg.
Además, mi experiencia me dice que no todo es lo que parece en Akihabara, como por ejemplo una tienda con preciosos cosplays en el escaparate no es más que uno de los SexShops más grandes de todo Japón, en el cual os llevaréis alguna desagradable sorpresa. Pero hablemos de lo que nos interesa.
Con un poco de ojo podremos saltar estos espacios y poder disfrutar de la tierra prometida del Otaku:
- Centenares de tiendas a precios que en España no podemos soñar.
- Edificios enteros de salones recreativos que a muchos nos evocaran la década dorada del mundo arcade español la década de los 80.
- Merchandising de casi cualquier serie o videojuego que busques.
He vivido experiencias que guardaré conmigo toda mi vida y que sé que solo han sido posibles al haber visitado el Akiba real. Algunas de ellas, al recordarlas, aún me ponen la carne de gallina, como por ejemplo, al visitar un edificio con varias tiendas de Sentai y tokusatsu, vi que tenían un hilo musical de series de animación japonesa, lo cual me divirtió bastante hasta llegar al tercer piso donde la tienda tenía una sección de productos retro de Dragon Ball y Saint Seiya. Hasta ahí hubiera sido normal, sino fuera porque los temas musicales empezaron a variar la reacción de los clientes japoneses de la tienda. Recuerdo escuchar el tema principal de Dragon Ball oel tema de Ryu de Street Fighter para, a continuación cambiar al «Cha-la Head Cha-la» cantado por Aya Hirano (en el momento que yo visité Japón hacía poco que había pegado fuerte la serie Lucky Star), lo siguiente que recuerdo es ver a todo el mundo cantando la canción y ¡bailándola! Al acabar la gente volvió con lo que estaba haciendo como si nunca hubiera pasado, me sentí cómplice de un momento de distensión dentro de la complicada sociedad japonesa.
Otro de los momentos mágicos que pasé en Akihabara se remontan a cuando iba a coger el tren con destino Shinjuku, ya que me iba a Kioto. Justo unos segundos antes de entrar a la estación, escuchamos un frenazo de una gran furgoneta, fuimos a ver qué había sucedido y fue una experiencia increíble. De la parte superior de la furgoneta salieron, con una plataforma hidráulica, dos japoneses que pusieron el opening de Kinnikuman (mi serie favorita), «Kinnikuman Go Fight», y de la puerta trasera otra chica que empezó al son de la música a dibujar creando una hipnótica performance.
Espero que os haya gustado mi visión de Akihabara y espero que contéis algunas de vuestras experiencias en este mágico lugar. Y a los que no la hayáis visitado solo os digo una cosa, visitad Akihabara, no os dejará indiferentes.
Fuentes:
- Textos consultados de: Wikipedia | Gouketsu´s Lair | TokyoStreetView – Japan The Beautiful | Texto creado por Juan Carlos Pérez [CoolJapan.es]
- Imágenes tomadas por Juan Carlos Pérez [CoolJapan.es]