Más de la mitad de mi infancia la pasé con mis abuelos, que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial. Aparte de ser cariñosos con su primera nieta, fueron sencillos, austeros y altruistas. Soy consciente de que he heredado el valor y la cosmovisión de otra época en la cual no había suficientes recursos y en la que la gente se esforzó mucho para que el país se desarrollara. Cuando Japón era pobre, la gente cuidaba los materiales mejor que ahora, la vida de los objetos era más larga. Una palabra que oía tanto que se convirtió en una parte de mí es mottainai (もったいない).
«Mottainai» expresa una situación que nos hacer sentir pena o lástima cuando no se aprovecha el valor de algo.
Mottainai en la vida cotidiana
Hoy en día, ya sea por el aumento de alérgicos o por otros motivos, no está tan mal visto dejarse comida en el plato, pero la educación japonesa nos manda que nos lo comamos todo (en el caso del arroz, que no dejemos ningún grano).
Antes de comer, saludamos con la palabra «itadakimasu» (いただきます). El idioma japonés tiene varios niveles de cortesía e informalidad: el significado original de itadakimasu es comer con humildad, dando gracias a la persona que ha preparado la comida y a los propios ingredientes. Implica ser conscientes de vivir una situación donde no falta de comer y de la responsabilidad por las vidas sacrificadas para alimentarnos, no solo de animales, sino también de verduras y frutas, debido seguramente a la influencia animista en nuestra cultura. Y cuando terminamos de comer, decimos «gochisōsamadeshita» (ごちそうさまでした), que tiene el sentido de haber recibido un manjar.
El acto de comer es una actividad normal y corriente; sin embargo, no solo los platos, sino también el protocolo varía mucho dependiendo de la cultura. La primera vez que fui a un país europeo vi que la gente tiraba la comida como si no pasara nada. Para mí, fue algo chocante. En teoría, aquel país tenía una tasa de desempleo alta, sin demasiados recursos económicos. Sin embargo, parecía que tenía comida de sobra. En ciertas culturas, si te invitan, no comerlo todo es una señal de cortesía para demostrar que había tanta abundancia de comida que no has podido terminarla toda. En Europa se come un plato tras otro; por el contrario, en Japón los comemos todos al mismo tiempo (un poco de arroz, un poco de sopa, un poco de verdura… y así hasta que los terminamos).
En fin, debido a la diferencia cultural, a veces sigo teniendo problemas en cuanto a la comida, aunque sean pequeñitos. Os hablo de mi experiencia: puesto que tengo el concepto de mottainai, aunque no me guste mucho, me como todo lo que hay en el plato, salvo si intuyo que ingerir cierta comida pueda perjudicar a mi salud. Los españoles lo toman como que me gusta tanto esa comida que no he dejado nada, cuando simplemente lo hago siguiendo la educación que recibí, lo cual no siempre significa que me encante esa comida. Y la próxima vez que voy a comer a esa casa, repiten la misma comida, diciéndome que han preparado mi plato favorito. Esto en Japón suele suceder con los recuerdos de viaje que traen los padres: siempre traen el mismo regalo.
Entonces, en España, salvo que te encante el plato, ¿es mejor dejar un poco? ¿Cómo funciona en otros países del mundo hispano?
El proverbio «Donde fueres haz lo que vieres» viene a decir que la adaptación y la integración son importantes porque se consideran una manifestación del respeto hacia la gente de un lugar. Si vais a una casa ajena, es mejor seguir lo que hacen otros aunque no os parezca apropiado. Eso sí, creo que si sentís que algo es amoral o inmoral, no es necesario imitarlo.

La continuación de mottainai, incluso entre niños y en el mundo del espectáculo
Mottainai se refiere a que también hay que tratar las cosas bien. A los niños se les enseña que si no lo hacen, ¡aparece un fantasma llamado Mottainai obake! Es un tipo de amenaza suave. No tengo ningún miedo a ese fantasma, pero muchas de mis posesiones ya han alcanzado la edad de considerarse vintage (¿alguno ha visto mi estuche de bolis de Bambi, ¿no?). Los obake y los yokai empiezan a conocerse cada vez más fuera de Japón. Existe una figura popular que tiene la forma de paraguas, llamada karakasa. Se considera que es un paraguas mal tratado que se transforma en ese yokai. Aunque hay otra hipótesis que dice que los objetos y los animales tras vivir cierto tiempo se convierten en yokai.

Kyary Pamyu Pamyu, la cantante que tiene un kirakira name total y que está triunfando en los últimos años, también canta sobre el mottainai.
Como he mencionado antes, mottainai es una palabra que nos produce pena o lástima. Si una persona que tiene alguna habilidad pero pasa el tiempo en vano sin utilizar su excelencia o no ha tenido la oportunidad de valerse de su talento, entonces sentimos mottainai, lástima por la situación desventurada de esa persona.
¿Síndrome del pobre?
Binbō (貧乏, en este caso la N se pronuncia como M) significa pobre, -shō (症) es un sufijo que expresa síndrome. Entonces, ¿qué será binbō-shō (貧乏症), el síndrome del pobre?
Se refiere a la gente que se comporta con un fuerte concepto de mottainai en el sentido material, como por ejemplo las personas a las que les cuesta tirar los calcetines gastados con agujeros, que separan las capas de los pañuelos de papel y las usan una por una, que se sienten indecisos a la hora de decidir entre dos productos cuya diferencia de precio es de apenas unos céntimos. Por una parte, quizá sea una persona que promulga el concepto ecologista, pero por otra, también puede parecer tacaña. Sin embargo, la gente con binbō-shō no siempre es así con otras personas o puede ocurrir que no posea recursos. Es decir, «binbōshō» suele ser un asunto personal, sin depender de la economía.
Si mottainai y el mencionado síndrome se convierten en una obsesión cuyo nivel supera ya el concepto de cuidar de uno mismo, se convierte en algo patológico y afecta a su vida. La moderación siempre es importante. En cualquier caso, el plan no es acumular objetos ni llenar su hogar con cosas, sino evitar tratar mal los objetos que tenemos.
Mottainai como clave de la protección medioambiental

Para terminar, volvamos al concepto de mottainai. Wangari Maathai, la difunta condecorada con el Premio Nobel de la Paz en 2004, visitó Japón en el año 2005. Allí conoció la palabra mottainai y su concepto, que contiene tres erres: reducción, reutilización y reciclaje, todos relacionados con el medio ambiente, y se añade otra R más, respeto. Por este motivo, se propuso difundir mottainai como una palabra internacional.
¿Qué os parece si hacemos realidad el deseo de Wangari Maathai? Ahora mismo, algunas de las palabras japonesas que se han vuelto internacionales son «harakiri», «kamikaze», «tsunami»… bastante feas, ¿verdad? (aunque también hay palabras normales como «sushi», «futón», «samurái», etc.). Difundir el concepto ecologista de mottainai ayudaría a cuidar nuestro entorno, y si todos nos comprometemos con ello, aumentará el número de lugares bonitos.
Antes de despediros hoy, os dejo un vídeo en el que se hace referencia el concepto de mottainai:
Fuentes:
- Texto creado por Lisa Kobayashi [CoolJapan.es]
- Imágenes extraídas de: Web de información, NICO NICO SEIGA, colorful web