Muchos viajeros a lo largo del mundo compran recuerdos o suvenires para ellos mismos o para sus seres queridos. Pero debido a la falta de espacio común en todos los hogares japoneses, esta costumbre ha evolucionado hasta encontrarnos con la cultura del omiyage.
Los omiyage (お土産, おみやげ) se tratan de pequeñas muestras de la gastronomía local, normalmente en forma de aperitivo, galletas o caramelo. Por eso en Japón normalmente los encontraremos en tiendas alrededor de los lugares turísticos. Y sí, lo hemos llamado cultura del omiyage porque los japoneses se toman esto muy en serio. Existe la norma no escrita de que si te vas de viaje, debes de comprar omiyage para tu familia, amigos y compañeros de trabajo, por obligación social.
Por eso, los japoneses dedican mucho tiempo en sus viajes a buscar el omiyage perfecto. La calidad y la marca importan, y la cantidad tiene que ser suficiente para todos los de casa o los de la oficina donde trabajen. No sería exagerado decir que algunos pasan más tiempo mirando tiendas de omiyage que haciendo fotos al lugar que visitan.

El ingrediente típico
Es por eso que habitualmente encontremos omiyage que o son directamente el producto típico de la zona, o es una elaboración con él como ingrediente principal. Por ejemplo, si vas a Aomori encontrarás todo tipo de productos realizados con manzana, y si viajas a la zona de Kioto encontrarás multitud de productos con té verde, en especial en la ciudad de Uji.
Ahora bien, no solo se trata de los viajes que uno haga en Japón, si te vas al extranjero también esperan su omiyage. Lo típico: «si vas a Francia tráeme queso o vino», «si vas a Bélgica chocolate», «si vas a Alemania una buena cerveza». Y de España esperarían un buen jamón o embutido, pero será difícil colarlo por la aduana, así que un buen aceite de oliva hará el papel perfectamente.
Y después tenemos el omiyage para golosos y coleccionistas, los Kit Kat de sabores. Japón es especialista en variedades de sabores, como los de refrescos estacionales o las promociones de edición limitada. Pero a nivel de omiyage, Nestlé se lleva el premio. Y es que podemos encontrar, entre los muchos sabores distintos, un Kit Kat del ingrediente típico de cada prefectura o de ciudad importante.

La importancia de la presentación
Dado que se tratan de regalos, tan importante como el producto es su aspecto. Por ello, en todas las tiendas japonesas lo veremos con un empaquetado colorido y ya envuelto para regalo. Normalmente encontraremos una caja envuelta en papel que contiene varias piezas del producto envueltas de manera individual, perfectas para compartir con varias personas.
Si por el contrario se compra algo en el extranjero o que no viene empaquetado, se espera que lo envuelvan con el esmero que los japoneses envuelven los regalos, utilizando furoshiki (風呂敷), del que hablaremos en otra ocasión. Además, recientemente se están utilizando marcas y personajes para aumentar el valor del omiyage. Podemos encontrar omiyage temáticos si vamos a Disney, o de personajes manga si entramos en el Donki de Akihabara.

Allá donde fueres haz lo que vieres
Incluso sin ser japoneses, la gente espera este pequeño detalle de nosotros. Si por ejemplo eres estudiante y vas a pasar un tiempo en una casa de acogida, la familia espera a tu llegada un omiyage de algo típico de tu tierra. O si te han contratado en una empresa japonesa y haces una pequeña escapada de fin de semana para conocer el país, no esperes un buen lunes si no llevas a la oficina el pertinente recuerdo.
Para ellos es una manera de agradecer el trabajo extra que le has ocasionado, y sin duda es un bonito gesto acordarse de los cercanos cuando estás fuera. Estoy seguro de que si viajas a Japón, acabarás comprando omiyage para la familia.
Fuentes:
- Textos consultados de: Travels in translation, All About Japan | Texto creado por Ramón Sanmatías [CoolJapan.es]
- Imágenes extraídas de: All About Japan, Japanese Apreciation Club, JTBUSA, Hisgo