Omoide Yokocho, la calle del Tokio de 1950

Pocos sitios de Tokio me parecen más pintorescos que Omoide Yokocho, cuya traducción viene siendo «callejón de los recuerdos». En realidad son dos pequeñas calles paralelas situadas en uno de los centros neurálgicos de Tokio, Shinjuku. Este par de callejuelas posee una gran aglomeración de restaurantes, con una capacidad de como mucho 10-12 personas, y cuya especialidad sin duda es el yakitori.

He de decir que cuando viajo suelo evitar todo tipo de sitios excesivamente turísticos, o más bien concebidos para el turista. Pero aunque en los últimos años este callejón de Tokio se ha vuelto realmente turístico, para mí es siempre una parada indispensable, pues tiene una historia y una vivacidad que merecen ser contadas.

Historia de Omoide Yokocho

La zona de Tokio en donde se localiza Omoide Yokocho, Shinjuku oeste, siempre ha sido una importante zona de paso, pues allí se encuentra una de las estaciones de tren más grandes de la ciudad. Para los que no conocen Tokio, hay que decir que por la estación de Shinjuku pasan al día en torno a un millón de viajeros, convirtiéndose en un punto de auténtica locura por donde la gente va y viene.

Esta situación, aunque a una escala muchísimo menor, ya se daba en la época anterior a la Segunda Guerra Mundial, por lo que no es de extrañar que en las calles aledañas a la estación se localizasen distintas tiendas y puestos en los que se vendían tanto comida como oden, patatas hervidas, tsukudani, tempura, etc., así como productos para la vida diaria, ropa, zapatos y libros usados.

Esta zona de Tokio fue especialmente castigada durante la guerra y apenas quedó nada en pie. Sin embargo, durante la reconstrucción se respetó el trazado original de las calles y se volvió a dar uso a la estación, por lo que rápidamente volvió a ser un lugar de tránsito con alto flujo de viajeros. Así, nuevamente, vendedores se volvieron a congregar en la zona y empezaron a aflorar pequeños negocios.

No obstante la situación no era la misma que en la preguerra, y en 1947 tanto la harina para hacer ramen como los udon eran bienes controlados y restringidos por el gobierno. Por lo tanto, los vendedores tuvieron que reinventarse y usar bienes no restringidos, principalmente vísceras y casquería de vaca y de cerdo, que eran dadas a los vendedores por los americanos que ocupaban Japón.

A partir de 1950 empezaron a prosperar estos locales, pero la alegría duró poco, pues en 1960, a raíz de obras de ampliación del metro y de reconstrucción de la ciudad, la zona sufrió grandes modificaciones y más de 300 locales fueron demolidos. Tanto el tipo de comida que se puede comer hoy en día en Omoide Yokocho, como la distribución de los pequeños restaurantes, tienen sus raíces en esta época de Tokio.

La vida continúa en la Tokio de los recuerdos

Desde la posguerra, y a pesar de varios planes urbanísticos que han intentado renovar la zona y de un gran incendio en 1999, Omoide Yokocho y sus pequeños locales siguen en pie, como testigos de excepción de la resurrección de Tokio.

Puestos de venta durante la ocupación, Shinjuku, Tokio
Puestos de venta durante la ocupación, Shinjuku, Tokio

Hoy en día existen más de 50 locales, todos situados en fila a lo largo de las dos calles. Y aunque la zona no es de las más limpias de Tokio y posee un sobrenombre que no le hace nada de justicia, «el callejón del pis», es totalmente seguro y saludable comer allí. Quizá lo único que se pueda resentir sea vuestra cartera, pues para el tipo de comida que es, los precios están un tanto inflados, posiblemente fruto del aumento del turismo en la zona.

Los locales poseen espacio para unas diez personas, y aunque hay algunos que tienen planta de arriba, no es lo mismo que comer a pie de calle. La especialidad, omnipresente en todos los locales, es sin duda el yakitori, pinchitos de carne o vísceras de pollo que se hacen a la brasa y que combinan a la perfección con una buena cerveza. A parte de pollo también es posible comer pinchos de otras carnes o de verduras. En invierno también es famoso el oden, que consiste en diversos alimentos como huevos o daikon cocidos en un caldo de alga konbu.

Transportarse en el tiempo por Omoide Yokocho es fácil
Transportarse en el tiempo por Omoide Yokocho es fácil

Para que podáis haceros una idea del lugar y de su comida, más vale una imagen (en este caso un vídeo) que mil palabras. Cristina Sombray, chef española que ha trabajado en algunos de los mejores restaurantes de Tokio, grabó un video en el que es muy fácil imaginarse a uno mismo en el lugar.


Fuentes:

Acerca Miguel Serrano

Soy Licenciado en Antropología y me especialicé en antropología de Japón, al margen de ello soy un gran apasionado de la cultura japonesa en general. Mi especialidad académica es la sociedad japonesa, centrándome en la identidad nacional, la cultura popular y las minorías étnicas en Japón. También soy un apasionado de su historia, en especial la del Período Edo.

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