TÍTULO ORIGINAL: Guía para ver y analizar El viaje de Chihiro
- AUTOR: Raúl Fortes Guerrero
- GÉNERO: Ensayo y análisis cinematográfico
- EDITORIAL: Octaedro y Nau Llibres
- AÑO: 2011
- PÁGINAS: 127
- PRECIO: 10 euros
- FORMATO: Físico
COMENTARIO
El libro de hoy pertenece a una colección impulsada desde las editoriales Octaedro y Nau Llibres llamada «Guía para ver y analizar Cine». La mayoría de sus volúmenes presentan una estructuración similar, pero ello no es óbice para que entre su extenso catálogo podamos encontrar estudios sobre filmes tan notables y dispares como Solaris (Andrei Tarkovsky, 1972), Matrix (Wachowski Bros., 1999), o Apocalypse Now (Francis Ford Copola, 1979). A nosotros para nada nos resulta extraño que El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001) comparta imprenta con esa serie de colosos del Séptimo Arte, pues a pesar de aquellos detractores de la animación como un cauce cinematográfico relevante, la obra de «Miya-san» está ya por derecho propio a la altura de cualquier otra.
Agustín Rubio Alcover, el coordinador técnico de la colección, no pudo estar más acertado en confiar la autoría del texto que nos ocupa a Raúl Fortes Guerrero: sin duda, junto a Laura Montero Plata, quien más y mejor ha escrito sobre Ghibli a nivel nacional. Nacido en Valencia allá por 1978, Raúl se trata de un orientalista en todas las acepciones del término, ya que a los conocimientos lingüísticos, culturales o su desempeño como docente, se le suma el prurito de la creación literaria en idioma ajeno, que sofoca mediante la composición de tankas entre algunas otras tipologías dentro del poemario nipón.
Sumergiéndonos ya en la estructura de la publicación, podemos hablar de cuatro partes claramente diferenciadas, si prescindimos de la completísima ficha técnica o de la escogida bibliografía final:
- La primera de ellas nos pone en antecedentes sobre la gestación de Studio Ghibli, al tiempo que desarrolla un acertado repaso por los valores tan característicos que en él se transmiten; son paradigmas destacados aquí el ecologismo, el feminismo bien entendido, e incluso la visión más amable del pensamiento budista, esencial en Chihiro por la acusada dualidad moral de muchos de sus protagonistas. Además, y en el que a la postre es uno de los puntos más atractivos, el autor analiza la estructura fantástica del filme comparándola con las tesis del teórico literario galo Tzvetan Tódorov.
- La escueta sinopsis de la cinta da paso a la parte principal del libro, un concienzudo análisis cinematográfico de composición lineal donde, desde los mismos títulos de crédito, el autor describe los acontecimientos de la cinta punto por punto, deslizando multitud de especificaciones de índole hermenéutica, lingüística, mitológica o cultural.
- Una vez finalizado el anterior segmento, nuestro especialista estimó a bien concederle una sección específica a dos factores relevantes dentro de El viaje de Chihiro: el tiempo y el espacio. Con ello se pretende dilucidar multitud de paradojas que surgen en torno al mecanismo fantástico usado aquí por Miyazaki.
- La última parte corresponde a un cierre conclusivo que va acompañado, a su vez, de un pequeño epígrafe sobre el papel ascendente de la infografía dentro del tradicional estudio. También disponemos de un apartado sobre el equipo de producción que participó en la realización del filme.
Como a estas alturas conocerán sobradamente, una de mis propias líneas de investigación, el fantástico de la narrativa japonesa, ha acabado empujándome de forma natural a la observación de las películas de Hayao Miyazaki, Isao Takahata, etc. Por ello, estoy familiarizado con multitud de publicaciones sobre el tema en varios idiomas, aunque muy pocas entre ellas pulvericen la a veces insalvable barrera del «relativismo cultural». Raul Fortes no solo sale airoso de este difícil escollo, sino que más bien consigue realizar un despliegue espléndido de erudición asiática a todos los niveles, ramificándose en valiosos asertos y apreciaciones que nacen a partir de una honesta descripción de la historia. Sepan, queridos lectores, de la dificultad de convertir el texto cinematográfico en un relato escrito tan elegante, siempre construido a base de un lenguaje adecuado y, sin embargo, al alcance de un amplio espectro de público.
Pero la forma no sería nada si careciera de un fondo de interés, y he aquí donde el autor consigue transmitirnos una gran cantidad de pequeños hallazgos valiosísimos. Pondremos como ejemplo el trasfondo dado a la estatua de la rana que aparece cuando los padres de Chihiro se disponen a devorar los exvotos de las deidades. Como se dice en la página 40, rana en japonés moderno es kaeru, aunque dependiendo del contexto también podría significar volver. En este sentido, la figura del anfibio sería una suerte de última advertencia antes de que los personajes acometieran sus transgresiones. Sinceramente, pienso que más allá del conocimiento del idioma, el hecho de caer en un detalle tan sutil no deja de ser una filigrana al alcance tan solo de alguien con talento. Así pues, imagínense decenas y decenas de razonamientos semejantes en pro de configurar de manera plena el interés de nuestro tratado.
En función de lo anterior, no me queda más que recomendar la lectura, atenta y sosegada, de una obra que hace justicia a la película que desentraña, acaso el mejor comentario que podemos emitir refiriéndonos a la joya de una filmografía en sí misma imperecedera.
Nota: la puntuación que veréis seguidamente no está realizada mediante el mismo baremo que usamos en obras literarias de ficción. Como es natural, aquí actúan otros factores por ser el libro de sesgo académico o analítico.