
FICHA DEL LIBRO
- TÍTULO ORIGINAL: Irezumi Itai. Tatuaje tradicional japonés
- AUTOR: Yori Moriarty (1976)
- GÉNERO: Guía ilustrada, tatuaje tradicional japonés, arte
- EDITORIAL: Satori Ediciones
- AÑO: Junio de 2015 (primera edición)
- PÁGINAS: 224
- PRECIO: 21 euros
Irezumi Itai
Escribir sobre tatuaje tradicional japonés no es tarea fácil, bien por su pertenencia en origen al mundo marginal, bien por la profundidad del código simbólico que lleva aparejado y la gran distancia cultural que nos separa. Si hablamos de realizar la primera obra en España específicamente dedicada al asunto, la cosa merece, cuanto menos, un respeto.

Yori Moriarty sabe de lo que habla, no en vano lleva años dedicado al oficio en su conocido estudio Only Tat2 del puerto de Gijón cuando no se escapa de nuestras fronteras para continuar tallando pieles, que diría un viejo maestro del tatuaje nipón como Horitake, cuya huella queda impresa en este libro a través de su reflexión inicial, justo debajo de la de Jason Kundell, otro veterano del irezumi.
La propuesta del autor va más allá del formato de la guía ilustrada, conformando un pequeño tratado de simbología japonesa que, para sorpresa del lector, dará explicación a algunas imágenes ancladas en su memoria visual.
El volumen se presenta en una cuidada edición donde el texto se integra con el diseño a la perfección, formando ocasionalmente figuras que dinamizan más si cabe la ya de por sí ágil lectura. Cuenta con una clara y elegante introducción, la propia guía ilustrada y un diario final que hará las delicias de curiosos y aficionados, amén de una galería de imágenes propia del autor.
En la introducción se ofrece un interesante repaso por la historia del tatuaje en el país el sol naciente, desde sus inicios como marca y castigo de penados hasta la elevación de la práctica a la categoría de arte, pasando por la ofrenda de enamorados mediante el irebokuro o la inspiración que rebeldes y yakuza hallaron en la traducción japonesa del clásico chino Shuihu Zhuan.
El mensaje viene a decir que el tatuaje japonés tradicional, con sus dibujos excéntricos y sensuales a la luz del prisma occidental, es capaz de transformar el dolor en arte mediante el vínculo especial entre el horishi y el sacrificado cliente, el cual se deja llevar por sus expertas manos confiando plenamente en que aquellos grabados sobre piel humana son tanto expresión individual como vía de obtención de conocimiento, tal y como lo sugiere Tanizaki, aunque con tintes más oscuros, en su inquietante relato «Tatuaje» (Shisei) de finales de era Meiji, adaptado posteriormente al cine de la mano de Yasuzo Masumura, con guión del célebre Kaneto Shindō.
Entender el concepto irezumi en su totalidad nos ayuda a entender cómo el tatuaje ha sufrido altibajos en su acepción en Japón, a medida que su significado va cambiando con los años.
—Moriarty, 13
Para meterse en semejante fregado hay que ser un poco filósofo, y es que el elenco de personajes que desfila por las páginas de Irezumi Itai bebe de las tradiciones budistas y sintoístas, de la cultura china importada al Japón en tiempos remotos, de leyendas populares, fantasmagorías patrias y seres sobrenaturales como los oni y los tengu, del mundo animal y del vegetal, de epopeyas clásicas orientales plagadas de bribones que roban lo ajeno para repartirlo y celebrar la vida, del erotismo y la violencia de otros tiempos, del arte y artistas del mundo flotante del ukiyo-e, de actores de kabuki y prostitutas tan elegantes como viperinas, temas todos capaces de atraer la curiosidad del más cándido de los mortales.
El fragmento del diario personal de Moriarty a modo de epílogo nos trasporta a un Japón transgresor y tradicional a partes iguales. Una historia de dar y pulir cera, de maestros y alumnos, de la conquista de una meta no buscada pero soñada por todo profesional que se precie. Y vaya si emociona…
Cierra el volumen una galería de diseños originales del propio autor y un glosario con términos japoneses muy socorrido, que ofrece nuevas referencias al lector interesado en ampliar su conocimiento sobre el tema.
No es frecuente asomarse al lado canalla de una sociedad caracterizada por sus rígidas normas, aunque acaso este mundo de sombras del que hablamos tenga sus propias reglas y se rija por ellas con mayor respeto a la tradición y a los roles sociales que aquello que es mostrado a plena luz.
Nos quedamos con ganas de más, pero eso amigos habrá que sacárselo al autor con alguna botella de sake en cierto local nocturno de Osaka (ya sabéis a lo que me refiero).
P.D: Si el tema os resulta sugerente y os apetece abrir boca con las palabras del propio autor, recomendamos este breve documental que le dedica Héctor Torra.