La cultura popular recoge un sinfín de rituales cíclicos que marcan el paso del tiempo a través de los ciclos de la naturaleza. Estos son todo un surtido de rituales para desear la prosperidad y la buenaventura para todos sus miembros. El objetivo de cada uno de estos es la supervivencia del grupo humano. La sociedad japonesa, como unidad cultural, también tiene sus ritos de paso y de cambios de ciclo. En este caso, se trata de las celebraciones del fin de año solar. Por eso, hoy hablaremos de ritos y costumbres de fin de año en Japón.
No obstante, es importante remarcar que estas celebraciones de la vida están intrínsecamente entrelazadas y conforman toda una serie de bellos ceremoniales que tiene como objetivo el alejar la mala suerte y atraer la buena fortuna. Tampoco podemos olvidar que el lenguaje tiene su papel más importante, ya que podemos encontrar una interesante terminología de conceptos relacionados con el año que se acaba: el fin de un ciclo que marca la muerte y el renacimiento y que nos prepara para la llegada de la primavera y el nuevo ciclo vital renovado.
Las celebraciones y rituales del ōmisoka
Una vez pasadas las celebraciones de Nochebuena y Navidad, llegan los ritos y costumbres de fin de año en Japón, así que en las puertas de las casas y de las oficinas se coloca el kadomatsu (門松、かどまつ), unos adornos de pinos, cuyo origen tiene en las creencias sintoístas. Precisamente estas creencias se basan en que los espíritus de los kami vuelven a nuestro mundo durante estas fechas y se alojan en estos adornos antes de regresar de nuevo al mundo celestial.
También son importantes las fórmulas de despedida del año que acaba, así que los japoneses despiden el año con la siguiente fórmula. La frase de despedida funciona como una especie de conjuro mágico para desear la buena suerte a nuestros amigos, vecinos y familiares, de modo que nos podemos despedir de la siguiente manera: yoi otoshi wo mukaete kudasai (よいお年を迎えてください、よいおとしをむかえてください). Eso sí, solo se puede decir hasta el 31 de diciembre.
Lo más común, y por economía lingüística, es solamente la parte que está en negrita. La traducción literal más o menos sería que tenga una feliz salida de año. Tambiés es costumbre celebrar el bōnenkai (忘年会、ぼうねんかい), que literalmente es la reunión para olvidar las penas del año que se acaba, pero en realidad no deja de ser un gran banquete de fin año. Normalmente se realiza en grupo con amigos o con los compañeros de trabajo, muy parecido a los nomikai (飲み会、のみかい ) y estas son celebradas a lo largo del mes de diciembre, como nuestras tradicionales cenas de empresa, que celebramos antes de Navidad.
Los ritos y costumbres de fin de año en Japón: el ōmisoka, el último día del año
Cuando el calendario marca el último día del mes, todos se preparan para el ōmisoka (大晦日,おおみそか). Esta palabra significa el gran día del año. Las familias terminan de realizar los últimos preparativos para recibir el nuevo año. Los ritos de despedida empiezan a celebrarse en la noche del 31 de diciembre, que recibe el nombre de joya (除夜、じょや), y que coincidiría con nuestra querida Nochevieja. Podemos decir que esta noche marca el final del año solar empezando un nuevo ciclo vital, olvidando todo lo malo.
Otra tradición más familiar y hogareña son todos los rituales caseros para despedir el año. El más importante y conocido es el ōsōji (大掃除、おおそうじ), la gran limpieza anual de Nochevieja. Este es un ritual que se realiza días o semanas antes del fin de año para alejar la mala suerte, eliminando todo rastro de impurezas. No deja de ser una tradición con un fuerte componente espiritual de renovación para mantener dentro del hogar las energías positivas y deshacernos de todo aquello que ya no nos sirve. Por lo tanto, es importante acabar el año sin ningún tipo de cargue que nos lastre en el nuevo año que empieza.
Ya hemos visto que los días previos al ōmisoka suelen ser bastante ajetreados para las amas de casa japonesas. No solo por el ritual anual del ōsōji, sino también porque es el día en que han de preparar la cena de este día y la comida de los dos días siguientes. La tradición marca que en el día del año nuevo japonés no se trabaje y se tenga todo preparado con antelación. Finalmente, llega la gran noche de fin de año, también conocida como, joya no yoru (除夜の夜、じょやのよる).
Budismo y cultura popular en el jyoya no yoru
Las familias ya han acabado todos los preparativos y se han reunido para cenar. En esta noche la comida también es especial. Así, que en las mesas de todo el país se cena los toshikoshi soba (年越しそば、としこしそば) o los toshikoshi udon (年越しうどん、としこしう. どん). Estos platos también tienen un valor simbólico y cultural, ya que están relacionados con la longevidad. No olvidemos que es una festividad en la que se rinde homenaje a la vida y al renacimiento. Esta tradición esta plenamente ligada a la religión budista.
Continuando dentro del marco religioso del budismo, también existen otros ritos de celebración a nivel más comunitario. Los templos budistas tocan 108 veces las campanas, siendo cada una de las campanadas un pecado que es eliminado del interior de los corazonas de los asistentes a esta ceremonia. El budismo es la religión que va ligada al pecado, al castigo y a la rendención. Por tanto, no deja de ser una forma más de purificación para eliminar las cuatro y ocho formas de sufrimiento humano, más conocido como el shikuhakku (四苦八苦, しくはっく).
La cultura de masas en el jyoya no yoru
La cultura popular está presente en todo momento, ya sea a nivel familiar, ya sea a nivel comunitario. La cultura folclórica se entrelaza con la religión y las celebraciones en los templos de todo el país. Pero la industria cultural de masas también tiene su parcela en la celebración.
En este caso, la televisión juega un papel importantísimo para mantener viva la tradición popular. De esta forma, aquellos que han decidido quedarse en casa y evitar la masificación nocturna de los templos optan por ver el concierto más famoso de Japón. La todopoderosa NHK emite desde 1951 uno de los programas más longevos de la televisión japonesa. Nos estamos refiriendo al Kōhaku Uta Gassen (紅白歌合戦、こうはくうったがっせん). Este programa es un concurso musical en el cual los participantes se dividen en dos grupos según su sexo: las mujeres forman el equipo rojo y los hombre forman el equipo blanco y se enfrentan entre ellos para conseguir ser los mejores, eso sí, a través de la música. Para los cantantes, el poder participar en este programa es todo un honor, ya que significa su consolidación dentro del panorama musical japonés.
Los Ritos y costumbres de fin de año en Japón: las tradiciones del shōgatsu
Finalmente llega el 1 de enero, este día es conocido en Japón como el shōgatsu (正月、しょうがつ). En este festivo no se suele hacer ningún tipo de tareas domésticas, ya que se han realizado los días anteriores. Es el día en que se suele ir a visitar a los familiares, amigos e incluso jefes para felicitarles el año nuevo. En este caso la fórmula de felicitación es diferente a la de los días anteriores. Es costumbre decir lo siguiente: otoshi wo akemashite omedetō, (お年を明けましておめでう、おとしをあけましておめでとう), que en este caso sí que coincide con nuestras felicitaciones de Año Nuevo. Cabe añadir que esta felicitación se suele simplificar como akeome! (あけおめ!).
El shōgatsu también es un día especial en Correos, ya que los carteros trabajan este día a toda velocidad para distribuir las cartas de felicitación que los japoneses han ido enviado durante los meses anteriores. Las oficinas guardan estas postales de felicitación para poder distribuirlas eficientemente el día de Año Nuevo.
El otoshidama y el oseibo
Otra costumbre a tener en cuenta es la entrega del aguinaldo de Año Nuevo, en este caso el llamado otoshidama (お年玉、おとしだま). Para ello, los padres entregan a sus hijos este dinero en sobres especiales para la ocasión. En nuestra sociedad, el aguinaldo de Navidad es una costumbre que se ha ido perdiendo con el paso de los años. Pero en Japón, sigue muy presente hoy en día. El otoshidama no solo se ofrece a los niños pequeños de las familias, sino que también se ofrece al resto de parientes y familiares. La cantidad, que se ofrece en unos sobres especiales para la ocasión, dependerá del grado de parentesco que se tenga con el pariente que recibe el sobre.
Los parientes no son los únicos que reciben regalos para el shōgatsu. También es importante acordarse de todos aquellos que nos han ayudado durante el año y esta fecha es un buen momento para recordarlo. En este caso, cobra importancia la entrega de los oseibo (お歳暮、おせいぼ). Estos regalos suelen ser objetos de primera necesidad y que pueden ser de utilidad para quien los recibe. Como podemos observar, la gratitud es un elemento importante para mantener la armonía social.
El osechi, la comida del shōgatsu
A nivel culinario podemos degustar el osechi (お節、おせち), la comida de Año Nuevo. Estos platos se han preparado durante el día anterior y se presentan en unas cajas especiales que pueden llegar a apilarse unas encimas de las otras. Al igual que la comida que se sirve durante la cena del día anterior. La comida también tiene un valor simbólico. La mayoría de productos que se comen tienen están relacionados con la prosperidad, la salud y la longevidad. De esta forma la familia vuelva reunirse para celebrar la llegada de un nuevo año, que se espera que sea mejor que el anterior.
Además, las familias también están pendientes de la televisión, ya que la en este día se suele retransmitir el mensaje del Emperador. También se suele acudir a los jardines del Palacio Imperial para poder ver en directo las felicitaciones del Jefe del Estado. Así que es normal que los japoneses madruguen para poder escoger los mejores lugares para disfrutar de este evento.
Otras tradiciones del shōgatsu
Como todo lo relacionado con estos dos días, la comida también cumple la función de conseguir la buenaventura y tener un año próspero para disfrutarlo con buena salud con la compañía de los tuyos. Como hemos mencionado anteriormente, también es importante ir a los templos a escuchar las 108 campanas por cada uno de los pecados o ir a sitios concretos para contemplar el primer amanecer del año. En este caso estamos hablando del hatsuhi no de (初日ので、はつしので). Por último no podemos acabar de hablar de los ritos de paso sin hablar del kakizome (書初め、かきぞめ), la primera escritura del año, realizada el 2 de enero. Es un rito en el cual se utiliza el shodō, para escribir un carácter o un pequeño poema para celebrar la llegada del año nuevo. Su significado también es simbólico e incluso mágico, ya que sirve para generar buenos auspicios y traer la buena suerte.
Como colofón final, también tenemos la celebración de la llegado de los shichifukujin (七福神、しちふくじん), los Siete Dioses de la Buena Suerte, representantes de las siete virtudes humanas y muestra del sincretismo religioso de la cultura popular y folclórica japonesa. Estos dioses de la prosperidad y de la buena fortuna son Ebisu, Benzaiten, Daikokuten, Fukurokuju, Hotei, Bishamonten y Jurōjin, que llegan cada principio de año montados en el takarabune (宝船、たからぶね), el barco de los tesoros. ¿No os recuerdan un poco a los Reyes Magos venidos de Oriente?
Fuentes:
- Textos consultados: Texto creado por: Sergio Paterna (Cooljapan.es)
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