Hoy os hablaremos de uno de los grandes elementos del patrimonio japonés: los Tesoros Nacionales Nipones. La cultura japonesa abarca un sinfín de elementos que han definido la impronta de su sociedad. De ellos, son considerados por su especial importancia algunos Bienes Culturales Materiales como Tesoros Nacionales, siendo las piezas más preciadas por la nación. Estos han sido designados por la Agencia Japonesa de Asuntos Culturales, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología.
Para entender mejor este concepto, vamos a definir previamente que es un bien material. Una pieza se considera como tal al estudiar su valor histórico o artístico, pudiendo clasificarse como «edificios y estructuras» o bien como «bellas artes y artesanías». Por su parte, los Tesoros Nacionales son calificados así por sobresalir debido a su manufactura, además de tener una gran importancia a nivel histórico y cultural, o bien por ser excepcionales para los investigadores.
El tesoro nacional en cifras
Solo por citar algunas cifras importantes, aproximadamente el 20% del Tesoro Nacional Japonés está formado por edificios y estructuras. Entre ellos destacamos castillos, templos budistas, santuarios sintoistas, residencias, etc. Por otro lado, el 80% del mismo lo componen artesanías y piezas artísticas de gran valor. Entre ellas se incluyen: pergaminos, pinturas, lacados, cerámicas, piezas metálicas, textiles, etc. Estos últimos abarcan sobretodo desde el siglo XV al XIX.
Origen Histórico
Este inmenso patrimonio que compone el tesoro nacional japonés estaba integrado en origen dentro de las colecciones privadas de diferentes familias aristocráticas o samuráis, además de diferentes templos budistas y santuarios sintoistas. La llamada Restauración Meiji hizo que esta situación cambiara radicalmente, debido a diferentes políticas para separar el sintoismo y el budismo.
Una de las medidas a destacar fue la llevada a cabo por el gobierno en 1871, quien conquistó las tierras de los templos, considerados todo un símbolo de la elite gobernante. Además, diferentes propiedades pertenecientes a los grandes señores feudales fueron expropiadas. Esto además se vio agravado por la industrialización y occidentalización del país, que influyó en un auge del comercio y coleccionismo con el extranjero, impulsando la venta de parte de este patrimonio histórico.
Por todo ello, el patrimonio japonés se vio afectado, lo cual hizo que ese mismo año el Daijö-kan emitiera un decreto para proteger las antigüedades niponas: el llamado Plan para la Prevención de Objetos antiguos o Koki Kyūbutsu Hozonkata. A partir de aquí, comenzaron a protegerse por medio de subvenciones y planes de prevención diferentes templos, muchos de los cuales fueron reconstruidos y reparados. De ellos podemos destacar por ejemplo la pagoda de cinco pisos de Daigo-ji, o el hon-dō de Kiyomizudera, restaurados durante este periodo.
Unos años más tarde comenzaron los primeros estudios sobre arquitectura japonesa, redescubriendo los grandes edificios hoy considerados patrimonio. Esto incentivó de nuevo el interés por la cultura nipona a nivel nacional, algo diluido entre las modas por Occidente. Fruto de ello, en 1897 fue promulgada la Ley de Preservación de Templos Antiguos y Santuarios, la primera ley sistemática para la preservación del arte y la arquitectura tradicional del país. Esta legislación fue redactada bajo la dirección del historiador y arquitecto Itō Chuta.
En diciembre de ese mismo año ya se realizó una legislación donde se designa a diferentes obras de gran importancia, además de tempos y santuarios como Tesoro Nacional. Esto permitió llamar a dichos elementos arquitectónicos como «edificios de especial protección». Toda esta legislación sentó las bases de lo que hoy día es la ley de preservación del tesoro nacional.
Clasificación de los Tesoros Nacionales
La Agencia de Asuntos Culturales clasifica los bienes culturales como Tesoro nacional distribuyendo los mismo en trece categorías. Estas categorías se agrupan en «edificios y estructuras» u «obras de arte y artesanías».
Edificios y estructuras
Castillos
Este grupo incluye ochos castillos ubicados en diferentes localidades: Himeji, Matsumoto, Inuyama y Hikone. Además de eso, se incluyen estructuras como torres de vigilancia y galerías de gran importancia histórica.
Como ejemplo a destacar, podemos mencionar el castillo de Himeji, fechado en el periodo Sengoku, una fortaleza Patrimonio de la Humanidad que contiene cinco elementos diferentes declarados Tesoros Nacionales, al contrario que otros castillos que solo cuentan con uno. Es además la fortaleza nipona más visitada.
Residencias históricas y modernas
De esta categoría podemos nombrar las residencias «modernas», creadas durante el periodo Meiji en adelante, y las residencias «históricas», fechadas a partir del siglo XV. Actualmente la única residencia moderna declarada Tesoro Nacional es el Palacio Akasaka de Tokio, construido hace apenas un siglo.
Santuarios
En este grupo se han protegido diferentes elementos pertenecientes a santuarios shinto. De ellos podemos nombrar por ejemplo salas principales o honden, oratorios o haiden, puertas, salas de ofrendas o de purificación, además de estructuras asociadas a estos santuarios.
En la actualidad la lista de santuarios cuenta con 37 elementos fechados entre el periodo Heian y el periodo Edo. Muchos de ellos fueron reconstruidos fielmente en distintos intervalos de tiempo, atendiendo al diseño original, manteniéndose así vivos hasta hoy día. De ellos, la más antigua es la sala principal del Santuario Ujigami, fechada en el siglo XII.
Templos
Además de los santuarios sintoistas, también son protegidos los templos budistas. En este grupo son protegidos diferentes elementos y estructuras tales como pagodas, campanarios o salas, siendo una de las categorías más numerosas. Estos elementos abarcan más de 1000 años de arquitectura japonesa. De ellos, podemos destacar dos de los edificios en madera más antiguos del mundo: el Hōryū-ji y el Daibutsuden en Tōdai-ji, ambos del siglo VI.
Diferentes estructuras
Existen tres estructuras que no encajan por su origen en otras categorías, pero que por su relevancia histórico-cultural son preservadas. Estas son: el escenario norte de Nō del Nishi Hogan-ji de Kioto, el auditorio de la antigua Escuela Shizutan en Bizen y la iglesia católica de Ōura en Nagasaki. El primero de ellos, el escenario norte de Nō, está fechado en 1581, siendo el más antiguo de este tipo. Consta de un escenario principal, otro lateral para el coro, un lugar para los músicos y una pasarela para entrar y salir de la zona.
Por su parte, el auditorio de la Escuela Shizutani está fechado en el periodo Edo. Está realizado en maderas de alta calidad tales como zelkova, cedro y alcanforero. Finalmente, la iglesia Ōura fue creada en 1864 por el sacerdote francés Bernard Petitjean de Fier para conmemorar la crucifixión de los 26 mártires de Nagasaki.
Obras de arte y artesanías
Documentos antiguos
Hoy día aún son preservados diferentes documentos tales como cartas, diarios o cartografía, que por su relevancia son nombrados Tesoro Nacional. El soporte de los mismos es distinto, conservándose algunas piezas en lino, y otros inscritos en piedra, aunque la gran mayoría de éstos están escritos a pincel sobre papel.
De ellos, los primeros documentos datan del siglo VII, siendo el más moderno de ellos del siglo XIX. Más de la mitad de estos escritos se encuentra conservado en Kioto.
Material arqueológico
La prehistoria japonesa está llena de huellas de sumo valor histórico, de los cuales destacaremos estas piezas por por sus propiedades culturales. Muchos de los elementos de esa categoría son conjuntos de objetos provenientes de enterramientos y tumbas u ofrendas templos, los cual se han sido excavados y extraídos para su conservación. Muchos de ellos provienen del periodo Kofun, designándose además como lugares arqueológicos.
De este grupo, las piezas más antiguas son diferentes cerámicas del periodo Jōmon, Además de ello podemos encontrar joyería, espadas, columnas, etc. Muchas de estas obras han sido preservadas en museos como el M. Nacional de Tokio.
Artesanías
Incluye 252 piezas, 122 de las cuales están clasificadas como espadas. Estas han sido preservadas desde algunas fechadas en el periodo Asuka, hasta otras más recientes del periodo Muromachi, aunque el gran compendio de las mismas provienen de la era Kamakura.
Además de estas espadas, se han preservado otras piezas de material cerámico, metalurgia, espejos, objetos rituales budistas, lacas, muebles, altares, textiles y armaduras. Estos elementos abarcan desde época clásica hasta el periodo Edo, conservándose actualmente en diferentes templos, instituciones y museos.
Material histórico
Existen tres conjuntos de elementos categorizados como material histórico pertenecientes al Tesoro Nacional Japonés. Uno de ellos es un juego de 1251, relacionado con la dinastía Shō, los reyes de Ryūkyū, los cuales gobernaron en la mayor parte de las Islas Ryūkyū.
El segundo conjunto de material histórico está formado por diferentes pinturas, herramientas, enseres, y ropaje enviados por Hasekura Tsunenaga a Europa gracias a la Embajada Keichō, entre 1613 y 1620. Recordemos que Date Masamune envió a Hasekura a México, España y el Vaticano. De ellos se conserva por ejemplo un retrato de Hasekura orando como converso cristiano en Madrid, además de rosarios, medallas, cruces y diferentes artículos.
El tercero de los conjuntos está relacionado con el topógrafo y cartógrafo japonés Inō Tadataka. Estos se encuentran bajo custodia del Museo Tadataka en Katori, Chiba.
Pinturas
Desde el periodo Nara, hasta finales del periodo Edo han sido conservadas algunas pinturas provenientes tanto de la nación japonesa como de China. Actualmente más de 150 de ellas son conservadas como Tesoro Nacional, presentando iconografía religiosa. También existen obras de paisaje y escenas de la corte o retratos aristócratas.
Estos están realizados en rollos o emakis, además de biombos, kakemonos y álbumes, que pueden encontrarse en museos, templos, santuarios o colecciones privadas, además de en la Universidad. Destacamos una de ellas, ubicada en la Tumba de Takamatsuzuka, por ser un emplazamiento único.
Esculturas
Dentro del Tesoro Nacional se embarcan distintas esculturas y grupos de figuras realizadas en bronce, lacadas, o creadas en barro. Una de ellas destaca por su especial importancia, el grupo de Budas de piedra de Usuki, esculpidas en piedra, además del Gran Buda de Nara y de Kamakura, dos ciudades especialmente relevantes por su obra escultórica.
Escritos
Recoge un sinfín de obras literarias, recopilaciones de poesía, sutras y libros históricos, llegados tanto de Japón como de China. Principalmente se recogen obras de los periodos Asuka, Nara, Heian y Muromachi.
Fuentes:
- Textos consultados de: Wikipedia | Viajes por Japón | Texto creado por E. Macarena Torralba García [CoolJapan.es]
- Imágenes extraídas de: Wikipedia