
FICHA DEL LIBRO
- TÍTULO ORIGINAL: Urashima el pescador
- AUTOR: José Joaquín Sánchez Espina (1955)
- ILUSTRACIÓN: Anxelu González Fernández
- GÉNERO: infantil, ilustración
- EDITORIAL: Satori Ediciones
- AÑO: diciembre de 2009
- PÁGINAS: 40
- PRECIO: 18 euros
Urashima el pescador
Hace unas semanas reseñamos Momotaro, el niño melocotón, perteniente a la colección Darumachan que la editorial Satori dedicada a los más pequeños. En Urashima el pescador repite autoría el traductor y profesor José Joaquín Sánchez Espina, contando en esta ocasión con las originales ilustraciones de Anxelu González Fernández.
En este volumen se narra la antigua leyenda de Tarō Urashima, un joven pescador de buen corazón que es conocido por todos los japoneses. El muchacho percibe el sufrimiento de una tortuga desvalida a manos de unos niños traviesos e insensibles y la rescata para devolverla a su hábitat marino, lugar al que es invitado como premio por su noble gesto. Llegado al «Reino del fondo del mar», vivirá grandes aventuras con un final tan inesperado como sorprendente.
La leyenda trata asuntos como el honor en el cumplimiento de la palabra dada o la amarga sensación de hallarse vivo pero fuera de contexto, entre otros. Por otro lado, a raíz de la historia, en Japón se le llama Tarō Urashima a aquel que ha estado largo tiempo fuera del país y al regreso se encuentra desconcertado por las novedades, siendo esta nación un lugar donde las modas son aceptadas con tanto brío como rápido es su declive.
En esta ocasión, las páginas finales presentan de nuevo a los personajes con ilustraciones y con sus nombres escritos tanto en castellano como en japonés. Las páginas siguientes vienen ilustradas por nueve descripciones de fauna marina. A continuación, al igual que en Momotaro, el niño melocotón, se ofrece aquí también una sección didáctica con explicaciones sobre la legua japonesa y una propuesta de aprendizaje de los caracteres de los diez primeros números. Las páginas siguientes proponen un doble juego de vocabulario que consiste primero en conocer los caracteres de distintas variedades de pescado y, después, en unir el radical que forma el carácter del concepto «pescado» con su variedad correspondiente.
Estas actividades generan un nuevo punto de vista en el niño sobre el lenguaje, ya que el idioma japonés consta de caracteres que originalmente estaban basados en representaciones más sencillas de los objetos y conceptos, que el ser humano experimentaba a través de sus sentidos, conformando un sistema menos abstracto y más directo que nuestro alfabeto.
En este caso encuentro la tipografía acertada, pero de haber segunda edición recomendaría que el texto se diferenciase un poco mejor del dibujo para poder disfrutar más de ambos, algo que se puede alcanzar con veladuras, difuminando el contorno de las letras o el fondo de las mismas. Aún con todo, se trata de un asunto menor que no resta potencial a la edición.
En resumen, una nueva ocasión para acercar la cultura nipona a pequeños y adultos al mismo tiempo que disfrutamos de las leyendas clásicas de tan remotas islas.
Desde CoolJapan.es aplaudimos la iniciativa.