Los títulos clásicos siempre han suscitado un vivo interés entre los fans de los videojuegos. El encanto de los cartuchos, de los gráficos 8-bit/16-bit y las músicas en formato MIDI no se ha olvidado más de 20 años después, e incluso se diría que sigue más fuerte que nunca, motivo por el que se siguen desarrollando juegos con este estilo para apelar al núcleo duro de los jugadores. Japón no vive ajeno a este fenómeno, y es quizá uno de los países que más lo promueve. Entonces, ¿debe sorprendernos que tengan un programa de televisión dedicado a ello en exclusiva? Más bien no.
Así es Game Center CX, una producción de Fuji TV y Gascoin Company que lleva 20 temporadas en antena y se emite de manera quincenal desde hace más de 13 años. Su notoriedad se ha vuelto tal que se han llegado a crear episodios exclusivos para los sistemas de descarga de Nintendo e incluso un spin-off (Game Center DX) en el que se prueban algunos de los productos más nuevos de la compañía. Pero quizá no debamos adelantar acontecimientos y empezar mejor respondiendo a lo básico: ¿de qué trata Game Center CX?
Game Center CX y los retos de Arino
Para contestar a esta pregunta, primero tenemos que presentar a su singular protagonista, el inefable Shin’ya Arino. Arino: cuarentón, padre de dos pequeños y con un fuerte acento de Kansai, es un humorista japonés que junto a su compañero Masaru Hamaguchi conforman el dúo cómico Yoiko. Su reconocido amor por los videojuegos le ha llevado a presentar este divertido programa en el que, interpretando a un trabajador de la compañía ficticia Game Center CX, juega a títulos variados de los ochenta y los noventa con el objetivo de terminarlos dentro de un tiempo límite de 12 horas. Aunque los episodios de la primera temporada giraban en torno a una empresa o franquicia concreta, a partir de la segunda temporada el reto de superar un juego pasó de ser una mera sección a convertirse en el plato principal del programa.
Sin embargo, pese a lo mucho que le gustan las consolas, resulta que Arino-kachō (el «jefe de sección Arino», como es conocido en el programa) es un torpe de cuidado y termina fallando incluso en los juegos más sencillos, lo que le lleva a vivir momentos tan desesperantes como divertidos —para el público, claro—. Por suerte para él, en cada temporada cuenta con un ayudante que sale a socorrerle en cuanto se queda atascado, ya sea con consejos y trucos o relevándolo durante unos instantes para que pueda descansar, aunque siempre manteniéndose lo bastante al margen para que sea él quien realmente supere el juego. En ocasiones aparecen antiguos ayudantes para darle apoyo moral durante el reto, e incluso el propio director o el cámara han tenido que echarle una mano en más de una ocasión para que la cosa saliera adelante. ¡Un gran ejemplo de trabajo en equipo!
Por supuesto, el desafío de completar el juego no es lo único que llena todo el episodio. Por el programa ha pasado toda una miscelánea de secciones que van desde algunas tan absurdas como recitar frases inspiradoras de algunas guías como si fueran mantras budistas o identificar un cartucho a distancia con la ayuda de unos prismáticos pegados a una bazuca Nintendo Scope hasta otras menos perturbadoras como una «cata» de periféricos o el descubrimiento de consolas poco conocidas/explotadas en Japón. Uno de los segmentos permanentes más curiosos es el llamado «Algún día deberías ir a estos recreativos» (たまに行くならこんなゲームセンター), donde Arino visita distintas tiendas y centros recreativos para probar máquinas de todo tipo y conseguir algunos premios para sus espectadores. Otro muy interesante es «Game Collections», en el que se muestra una breve descripción de juegos de NES y Game Boy en orden cronológico.
El programa supera ya las 20 temporadas, que se dice pronto, y ha contado con varios especiales entre los que se incluyen retos en vivo —incluido uno en el famoso Nippon Budokan, que se llenó hasta los topes—, entrevistas e incluso algún que otro viaje al extranjero, siendo el más reciente a Vietnam con motivo de la feria Japan Expo. Además, el éxito de Game Center CX ha llevado a la creación de tres videojuegos para portátiles de Nintendo en los que se parodian distintos tipos de juegos retro como los que prueba Arino, e incluso una película dedicada en conmemoración por los 10 años del programa, otra muestra más de lo mucho que gusta en Japón.
Mensaje especial de Arino para el público internacional
Las desventuras del humorista han llegado de forma fragmentada a territorio americano con el nombre Retro Game Challenge pero, por desgracia, su distribución en Europa se antoja dudosa. Quizá la aparición de plataformas digitales como Crunchyroll, Daisuki o Netflix aumenten las probabilidades de su llegada en el futuro, aunque habrá que hacer mucho ruido para convencer a las empresas de que queremos disfrutar del ingenio de Arino en nuestra lengua. En cualquier caso, si os justan los videojuegos y estáis aprendiendo japonés, Game Center CX resulta una forma muy divertida de estudiar el idioma, por lo que lo recomendamos si tenéis acceso a la televisión nipona.