FICHA DEL LIBRO
- TÍTULO ORIGINAL: Tekkon Kinkreet: All in One
- AUTOR: Taiyō Matsumoto
- GÉNERO: Drama, acción, fantasía, filosofía
- EDITORIAL: ECC Ediciones
- AÑO: Julio de 2017 (original de 1993)
- PÁGINAS: 624
- PRECIO: 24,95 euros
COMENTARIO
Cuando la RAE aceptó el término «manga» en el diccionario, muchos clamaron al cielo debido a su sesgada definición, que lo describía como «género de cómic de origen japonés, de dibujos sencillos». No son pocos los títulos que contradicen de manera abismal la parrafada en cuestión, pero quizá Taiyō Matsumoto sea uno de los autores que más se alejan del estilo comercial y que brilla por un dibujo personal, genuino y llamativo, destacando como uno de los nombres de vanguardia en el mundo del manga.
ECC Ediciones lleva tiempo apostando por este incunable del cómic japonés con obras tan sobresalientes como Sunny, GoGo Monster o Ping Pong, pero es ahora cuando lanza el que es, posiblemente, el tomo más representativo del autor. Tekkon Kinkreet: All in One rescata en un solo volumen el gran hito de Matsumoto ofreciendo una historia llena de acción, intrigas, humanidad y filosofía, con una atmósfera perfectamente construida y que con toda probabilidad atrape al lector desprevenido desde el primerísimo momento.
La acción transcurre en el barrio ficticio de Ciudad Tesoro, donde la violencia callejera y las mafias son el pan de cada día en esta decadente zona de Tokio. Nuestros protagonistas, Negro y Blanco, son dos niños huérfanos conocidos por todo el barrio como Los Gatos y que se sienten especialmente atraídos por la violencia, siendo casi una forma de vida para ellos. La peculiar idiosincrasia de los niños hace que no solamente se mezclen con los delincuentes de Ciudad Tesoro, sino que a menudo son capaces de plantarles cara y de pararles los pies cuando se pasan de la raya. A Los Gatos les encanta su barrio y no piensan dejar que nadie intente cambiarlo, no mientras estén ellos para vigilarlo. Sin embargo, la llegada de ciertos personajes empieza a transformar el corazón de Ciudad Tesoro y no tardan en llegar los temidos cambios. En concreto, la llegada de Serpiente, un extranjero se ha aliado con la mafia dominante del barrio, pondrá en peligro la vida de los niños.
Tekkon Kinkreet se publicó originalmente en 1993 en las páginas de la revista Big Comic Spirits de la editorial Shogakukan, un total de 33 capítulos reunidos en tres tomos que de nuevo se han recopilado en un único volumen, como ya hizo Glénat en su primera edición allá por el año 2008. Sin embargo, la versión de ECC apuesta por un tamaño un poco más reducido, no así peor en absoluto, pues se trata de una edición cuidadísima que conserva incluso las ilustraciones y páginas a color de la versión original. En lo que respecta al dibujo, Matsumoto no decepciona en absoluto y nos ofrece un impresionante despliegue visual que se desmarca completamente del arte más convencional en el manga, combinando elementos que resultan más propios del pop-art y el surrealismo. Las viñetas gozan de una gran fuerza con trazos gruesos y perspectivas complicadas que aportan aún más dinamismo a una acción magistral ya de por sí.
En cualquier caso, son los personajes los que llevan el verdadero peso en la obra, jugando especialmente con las personalidades de los dos niños. Por un lado, la inocencia de Blanco contrasta de manera directa con la patente oscuridad de Ciudad Tesoro, pero su empatía le vuelve muy vulnerable a los cambios del barrio, por lo que es fácil encariñarse de él desde el primer momento. Negro, sin embargo, es mucho más maduro y frío, y hará lo que sea para proteger a su hermano (quizá su única debilidad) de las amenazas del mundo que los rodea. La gran violencia que desatan no es sino un contrapeso a los momentos más psicológicos, que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la vida ante los hechos que se van sucediendo en la localidad.
Aprovecho para recordar también la fantástica adaptación animada de Studio 4ºC, que trae a la vida de forma muy acertada la historia y el ambiente de este manga. La versión del director Michael Arias es un absoluto derroche visual que sorprende incluso a aquellos que ya han tenido contacto con la obra de Taiyō Matsumoto, uno de esos filmes que pueden verse numerosas veces para seguir descubriendo detalles y disfrutar con las surrealistas desventuras de Blanco y Negro. Aun así, el producto no llega al nivel de la versión en papel, quizá porque los matices y la complejidad con la que el autor ha dotado a esta historia resultan imposibles de condensar en un largometraje sin perder parte de su atractivo.
En definitiva, Tekkon Kinkreet es una obra única tanto a nivel narrativo como artístico, que disfrutarán todos los que busquen un manga profundo y diferente. Su singular atmósfera cala inmediatamente en el lector y hace que queramos saber más sobre todo lo que allí acontece, sobre sus habitantes y sus protagonistas. Sin duda, una lectura enriquecedora a muchos niveles.