Con motivo de su asistencia al festival de música de cine MOSMA (Movie Score Málaga), con expertos venidos de todas las partes del globo, el pasado mes de junio pudimos conocer en persona al compositor Kenji Kawai, que muy amablemente nos concedió una entrevista. El músico japonés nos premió a los asistentes con una sesión en la que nos explicaba un poco cómo realiza su trabajo y cómo encaja el material visual del cine y de la animación con su música, portátil en mano incluso.
Además, Kawai fue galardonado durante el evento con el premio MOSMA Distant Worlds, otorgado por la organización en reconocimiento a su dilatada carrera como músico. Durante el concierto de clausura del evento, él mismo tocó junto a la Orquesta Sinfónica de la ciudad de Málaga y el coro Ziryab de Córdoba en el teatro Cervantes.

Nacido en el barrio especial de Shinagawa, en Tokio (compartiendo orígen con personalidades como el cineasta Akira Kurosawa y la actual emperatriz de Japón, Michiko), donde aún reside actualmente, Kenji Kawai es un compositor que se ha hecho a sí mismo. Comenzó sus estudios de música en la academia de Shobi, tras haber estudiado un tiempo Ingeniería Nuclear; pero no duró mucho estudiando música, ya que era alguien muy inquieto: no le atraían las clases y prefería salir, divertirse y lanzarse a trabajar directamente. Junto a unos compañeros, formó su propia banda de rock fusión, llamada Muse. Con esta banda consiguieron mucha experiencia, aunque al final acabaron separándose, siguiendo cada uno su propia carrera en solitario. Kawai adquirió un sentido de la música muy personal, que incorpora tanto elementos occidentales de distintos géneros musicales como música tradicional japonesa.
El artista optó por dedicarse enteramente a la composición musical, siendo sus primeros trabajos las bandas sonoras de adaptaciones de los mangas de Rumiko Takahashi (Maison Ikkoku y Ranma ½). También trabajó en la serie Devilman, del incombustible Gō Nagai. Ha estado muy ligado a series de anime, pero también dio el salto al cine, acompañado de las películas del conocido director Mamoru Oshii (quien dirigió, entre otras, las adaptaciones de Patlabor o la película de acción real Avalon, aplaudida tanto como película como por su genial banda sonora original, compuesta por el señor Kawai).
Fue con su trabajo para los filmes de Oshii con lo que consiguió el salto a la fama internacional gracias a su inmortal aportación para la que, para algunos, es la mejor película de animación japonesa de la Historia (entre ellos, un servidor): Ghost in the Shell, de 1995, basada en el manga homónimo de Masamune Shirow. Aportaría de nuevo su trabajo para la segunda parte: Innocence (2004), también muy laureado.
Kawai ha compartido además su talento con el mundo del videojuego, y también con el del J-Horror, para alegría de nuestro compañero Antonio Míguez, un tema del que también nos hablará Kawai mismo durante la entrevista. Más tarde, hasta nuestros días, ha continuado trabajando para series de animación y cine japonés, como las películas de Death Note, el anime Gundam 00, Yat Anshin!, el filme The Sky Crawlers (también de Oshii), la serie animada Fate/Stay Night y un largo etcétera.
Entrevista a Kenji Kawai
CoolJapan: Ante todo, darle las gracias por su tiempo, señor Kawai. Es un placer. Para comenzar, ¿desde hace cuánto está usted interesado en trabajar como compositor? ¿Pensó también alguna vez ser intérprete o músico? ¿Quiso desde el principio ligar su carrera profesional al mundo de la música? Tenemos entendido que incluso estudió una ingeniería.
Kenji Kawai: De pequeño quería ser más ingeniero que músico. Quizá cuando tenía más o menos veinte años empecé a tener interés por componer. Más que interés… mi carrera ha sido un poco casual. No fue algo que yo haya decidido tal cual, sino que ha sido algo que ha ido surgiendo. Fue más que tomé una decisión, ya que iba teniendo cada vez más interés. Y por ahí empezó la cosa.
Nunca he estudiado composición, ni seguí una carrera de conservatorio. No seguí la típica trayectoria de un compositor al uso. Mi vida, mi carrera, no ha seguido el camino estándar de «aprendí composición, luego me puse a escribir música, luego trabajé en ello…». Más bien iba surgiendo, el interés en trabajar en esto fue creciendo cada vez más en mí.
Al principio fui guitarrista amateur. Vi el cartel de un concurso de bandas. Y si ganaba… ganaría dinero, y un coche. Pensé en participar y darlo todo. Y gané dinero, y un coche. Tras esto, vinieron ofertas de sellos discográficos para que debutase nuestra banda (Muse), que era una banda instrumental, sin voz, del género fusión; pero no iba muy bien, al no tratarse de un estilo de moda. La formamos para el concurso, fue algo instantáneo, así que no nos lo planteamos como algo que tuviera mucho futuro.
El trabajo de músico de estudio me gustaba, simplemente llegábamos al estudio, abríamos la partitura y grabábamos. Mi problema es que nunca leí bien las partituras por problemas de vista. Pensé entonces que… ya que no podía leer bien y me gustaba la música, ¿por qué no escribirla?

CJ: Su carrera se ve muy ligada al director Mamoru Oshii por los fans. ¿Puede contarnos cómo es para usted trabajar con el señor Oshii? ¿Cómo comenzaron a trabajar juntos?
Kawai: Pues, tras lo que os he contado, un día me encontraba componiendo música para un musical en mi estudio y vino un director a escuchar dicho musical. Entonces ese director me preguntó si compondría música para sus obras, sus películas. El nombre de ese director es Mamoru Oshii. Comencé a trabajar para él, y entonces empezaron a lloverme ofertas de trabajo. Cada vez más encargos. Al hacerse famosas sus películas en Occidente, también me vinieron cada vez más ofertas de fuera de Japón.
Mamoru es la persona que más me ha influenciado al trabajar con él. Confía en mí completamente, y me deja hacer libremente, trabajar como yo quiero… Pero me da pistas. Por ejemplo, en Ghost in the Shell. Para la primera película, Oshii me pidió que incluyera baterías, incluyendo taiko, el tambor japonés tradicional. Hay secuencias en las que tan solo aparecerá la batería como protagonista. Luego se van añadiendo otros sonidos y elementos. Pero para mí es muy gratificante poder empezar desde un mero instrumento.
La mayoría de directores piden cosas como «que sea más alegre», «más triste»… Pero Mamoru es el único que me pide algo como instrumentos o elementos en concreto. Para mí, esto es muy importante.
CJ: Hablando de su relación con proyectos de directores japoneses destacados, ¿puede hablarnos también de la experiencia que supone para usted componer para las películas del director Hideo Nakata, asociado normalmente al género del terror japonés?
Kawai: Le conocí por el proyecto de The Ring. Estuve involucrado en la música para la película y también trabajé estrechamente con el equipo de sonido y con el propio Nakata en ciertas secuencias.
Al principio parecía una persona un poco atemorizante, me inspiraba miedo y respeto, pero a la hora de la verdad, es muy bromista, no tiene nada que ver con lo que esperas de él al dirigir ese tipo de cine. Siempre está bromeando, está contando chistes; pero no siempre hace gracia (risas). Me temo que si no haces caso a sus chistes, se enfada (risas). Es una persona amable, muy buena persona, y su profesionalidad y búsqueda de la perfección es algo digno de admirar.
CJ: ¿Cuál es su género musical preferido? ¿Tiene, por ejemplo, especial predilección por la música de cine? Aparte de trabajar creándola, ¿le gusta escucharla? ¿Cuáles son sus influencias principales, tanto musicales como autores?
Kawai: Me gusta… ¡todo! Me apasiona la música alegre. Me gustan compositores de clásica como Elgar. Y me gusta demasiado, hablando de música alegre, el trabajo de Burt Bacharach. Me ha influenciado muchísimo. También me gustan muchos otros artistas de estilos variados, como The Carpenters, Carole King, Santana… Y me gusta muchísimo Deep Purple. El género del rock fusión me ha influenciado mucho también, con Muse tocábamos fusión. En esa época (cuando yo comenzaba) había muchos músicos de todos los géneros, todos muy buenos.
En cuanto a la música de cine… mi padre ponía mucha música de cine en casa cuando era pequeño. Es posible que me influenciara un poco (risas). Ponía mucho, por ejemplo, la música de la película Moulin Rouge (1952).

CJ: ¿Puede contarnos algo sobre el proceso que sigue a la hora de componer sus obras? ¿Qué le motiva? ¿Por ejemplo, escuchar otra música mientras escribe la propia?
Kawai: La imagen, la imagen con la que voy a trabajar. Una referencia visual. Al ver la imagen, por ejemplo relacionada con una película de animación donde trabajaré, voy viendo ideas, se me van ocurriendo tanto el sonido como el tipo de música que va a necesitar esa obra, lo que encajaría con ella.
También las peticiones y/o las pistas que me dé el director del proyecto, las tengo siempre en cuenta. Si no tengo al menos una imagen, o una idea o sugerencia, alguna pista, por parte del director, no soy capaz de componer nada para ese proyecto, me bloqueo. No puedo creer que haya gente que diga que realizando una tareas tan simples como pasear de repente se le ocurra la música. No puedo creerlo. ¡A mí eso no me pasa!
CJ: A colación de lo anterior… a la hora de trabajar para una serie de animación o filme, ¿cuál es su grado de implicación en el proyecto? Por ejemplo, hay secuencias en donde la música está íntegramente relacionada con la escena, como la de la casa de muñecas de Ghost in The Shell: Innocence.
Kawai: No puedo componer para ellos sin cooperar estrechamente. Creo que este es un trabajo de equipo. En el caso de Oshii… en esa ocasión me pidió, directamente, que utilizase una caja de música real. Me dijo que crease una caja de música de fabricación propia, ya que quería que el sonido fuera real, auténtico, nada sintetizado ni digital. Así que el sonido que escucháis en esa escena es realmente el de una caja de música.
En alguna escena, si por ejemplo aparece una cantante, la escena se construirá dando gran importancia al tema musical que yo componga o que escoja. A menudo me veo ligado al guion para hacer creíble la ambientación y la escena, aunque normalmente mi implicación no es tan alta como en esas secuencias; no quiero que vaya primero la música y luego el guion.

CJ: ¿Qué opina usted de los videojuegos como medio artístico? ¿Cómo se enfrenta a trabajar en un videojuego?
Kawai: En principio, para mí no hay diferencia alguna en el proceso de trabajo al componer para un videojuego, una película o serie. Al menos, a nivel musical están al mismo nivel. Se trabaja igual que para componer música para series o cine. Aunque sí que hay una diferencia con respecto a este último. En lugar de realizar una pista completa tal cual para una secuencia, hago muestras de música y se graban en el estudio.
CJ: Sabemos que además de para cine, también ha compuesto usted música para videojuegos como Folklore, para el sistema PlayStation 3. ¿Qué diferencias ha encontrado trabajando para este medio en comparación con el cinematográfico, al que está usted más asociado?
Kawai: Pues la diferencia es casi nula. Sí que hay que tener en cuenta ciertos factores. Por ejemplo, cuando creo muestras de audio, pistas musicales, tengo que tener en cuenta el loop, la repetición, para que suene dicha pista durante un nivel durante un tiempo prolongado, o encaje con otra diferente al cambiar de una secuencia a otra de forma repentina por acción del jugador, que tengan un tono distinto de acción cada una. Tengo que tener en cuenta encontrar siempre ese punto.
Hay ocasiones en que me piden la música con una imagen del juego, pero hay veces en que no me facilitan una imagen y tengo que innovar completamente, y eso lo convierte en algo diferente.
CJ: En la banda sonora para las películas de Ghost in The Shell vemos una clara influencia de la música tradicional japonesa en sus trabajos. ¿Hasta qué punto le influye a usted el bagaje musical de su país y la zona donde nació, que según sabemos es Kita-Shinagawa, donde aún reside?
Kawai: Sobre todo en Ghost in The Shell 2: Innocence ha habido mucha relación. Elementos como el taiko, el tambor japonés. En esa zona, donde yo vivo, en las fiestas, los matsuri, utilizan un carro típico. Normalmente, hay procesiones en Japón con un carro, pero en esta zona en concreto llevan un taiko en procesión. El taiko se va tocando y, mientras, va desfilando y la gente va viéndolo en acción durante la procesión.
La combinación del taiko y la flauta tradicional japonesa, la shakuhachi, se da en estas fiestas. Además, ambos instrumentos tradicionales se mezclan junto al ruido del evento, de la fiesta, de la gente. Dicha combinación crea un ambiente único en Shinagawa. Quería aprovechar esa sensación, esa combinación, para llevar esa experiencia a la película animada.
CJ: ¿Podría contarnos en qué proyectos se encuentra ahora trabajando, algo sobre ellos?
Kawai: Ahora mismo tengo muchos encargos de series de anime. El mes que viene saldrán dos series de anime para las que acabo de componer. También he compuesto para la película Hirune Hime: Shiranai Watashi no Monogatari.

Agradecimientos
Queremos agradecer cordialmente a la organización del festival, en especial a Juan Ramón Hernández, por su amabilidad y actitud tan servicial para con nosotros pues, además, nos ha facilitado asistir al concierto Pegasus Symphony sobre el que ya os hemos hablado. Gracias a Juan Luis Artacho, responsable de prensa, quien organizó nuestra asistencia al evento, la entrevista con Kawai y la entrada para poder asistir a la gala y concierto donde el artista recibió el galardón.
Tampoco puedo olvidar dar las gracias a todo el personal del Teatro Cervantes de Málaga, quienes me ayudaron en todo momento. Por último, doy las gracias a Kayoko Morimoto, pianista de profesión y también intérprete, que ejerció como tal a la perfección, y además fue quien nos grabó el saludo de Kawai para CoolJapan.es. Por supuesto, damos la enhorabuena al propio señor Kawai por el galardón obtenido y esperamos que le lleguen muchos más. Gracias, maestro Kawai, por su tiempo y su afable y correcto trato para con nosotros, y no pare usted de trabajar, por favor.
Fuentes
- Entrevista realizada por: Andrés Domenech Alcaide [CoolJapan.es] | Entrevista interpretada por: Kayoko Morimoto
- Imágenes tomadas por: Andrés Domenech Alcaide [CoolJapan.es]